Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos LXXIX

Índice

Sonetos:
Amancebarse Amanecer Amante Amargura Amenaza Anacoreta Analfabeto Anatomía
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Breverías

3216
Escribo lo que pienso, lo que siento, los desvaríos de mi fantasía, más bien que lo que observo alrededor. Sólo a mi mundo subjetivo atento, doy mis ensueños a la poesía, y mi perímetro al historiador.

3217
No aspiro a perfección; es una meta demasiado lejana, inalcanzable; pero quiero avanzar por su camino. Lentamente, y en mi alma de poeta, archivando el acopio inagotable de visiones que observo, o que imagino. Sólo anhelo una vida apaciguada, un pensamiento, si no impar, genuino, y una sonrisa cálida en mi almohada.

3218
La bandera de la paz ha sido izada sobre tumbas, y arsenales, y ambiciones, por hipócritas en piel de gobernantes. No es la Paz, sino su paz, enmascarada, decretando su quehacer a otras naciones, con las armas en la mano, amenazantes.

3219
Oirás la voz surgiendo en lo profundo del espíritu, y algo te compele a silenciarla, mas se hará robusta, su tono más urgente, más rotundo. Escúchala; pasión que se repele ni decide evadirse ni se asusta. Si acatamos la luz, y la belleza, si no esquivamos gala ni armonía, ¿por qué neutralizar tal energía que impulsa, eleva, imprime fortaleza?

3220
Mi poesía vive en esa zona de penumbra en el centro de mi entraña. Yo sólo abro la puerta, y erupciona; y aun desde la distancia, me acompaña.

Sonetos

3682 - Amancebarse
En absoluta libertad te quiero, por tu parte y la mía, sin barrera, cielo azul, campo abierto, compañera, pero ambos por idéntico sendero. Sin acta o bendición, en cuyo austero marco se quiebra, frágil cristalera, la esperanza que tanto, tanto espera, juzgando cada sueño verdadero. Documentos firmados son grillete que subordina el alma, y la somete a estado de perpetua frustración. Derechos y deberes en contienda, promueve cada cual su propia agenda; mas tú y yo, en libre, mutua interacción.
Los Angeles, 8 de enero de 2014
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3683 - Amanecer
Renacemos al alba cada día, tras la muerte alegórica del sueño; en tal ciclo, pletórico me adueño de ti, resucitada en lozanía. Pero al anochecer, aun siendo mía, nos perdemos de nuevo. No desdeño la noche que nos mata; es tan pequeño su poder, tan fugaz su travesía, que aviva el gozo de volver a verte al despuntar la aurora, y retenerte, aunque con fecha de caducidad. No he de llorar por cada muerte tuya mientras cada alborada restituya tu nueva vida a mi a mi proximidad.
Los Angeles, 9 de enero de 2014
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3684 - Amante
Ámame y te amaré. ¿Qué mejor lazo para forjar unión definitiva? Amor no es enemigo, mas cautiva, subyuga y acapara. No es flechazo. No es el factor visual, que en ramalazo de arrolladora ráfaga impulsiva sobrecoge la fibra subjetiva de la fascinación; ni un fogonazo. Es más bien la corriente que traspasa los límites externos, y transvasa fluidez y rumor al alma entera. No se fragua al impulso del momento, mas sigue un curso subyacente, lento, impregnando la vida a su manera.
Los Angeles, 9 de enero de 2014
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3685 - Amargura
Daga invisible hendida en la memoria, emponzoñando el alma su veneno. Si puñalada en prontitud de trueno, lento el efecto en larga trayectoria. Hija de la injusticia infamatoria, alcanza larga vida, y su terreno, amplio y abrupto, acogerá en su seno no más que espino, tóxico y escoria. La amargura destruye, lentamente. Su derrota vendrá de un doble frente, genuinos ambos, de perdón y olvido. No parece haber otra alternativa para que nuestro espíritu no viva en el desabrimiento sumergido.
Los Angeles, 9 de enero de 2014
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3686 - Amenaza
¿Qué autoridad te ha concedido fuero de coacción, chantaje o amenaza? ¿O de qué privilegio se disfraza necio de su ignorancia prisionero? Tal vez eres parásito altanero, pensando con los puños, a la caza del ingenuo infeliz, que en calle o plaza camina con cariz de forastero. Tu fuerza bruta es habitual lenguaje, ya por ejecución o por mensaje, mas en el fondo signo de flaqueza. Caiga sobre ti un día todo el peso de tu intimidación, quedando preso de la angustia que siembra tu torpeza.
Los Angeles, 9 de enero de 2014
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3687 - Anacoreta
Silencio y soledad en el desierto, lejos del mundo y sus fascinaciones. Dios, que protege alondras y gorriones, te ha de guardar, ya en sueños o despierto. Nunca ha de abandonar a quien ha muerto a pompa y fama, enredos y pasiones, nacido a la oración, y a las visiones del mundo inmaterial, único cierto. Sopla el simún abrasador. Las dunas modifican sus formas. Y en ayunas, ora el monje en su rústica cabaña. No existe el tiempo si en el foro interno suenan las arpas del concierto eterno, sólo audibles al ánima ermitaña.
Los Angeles, 9 de enero de 2014
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3688 - Analfabeto
Qué solo estás en este mundo, amigo, sin el ayer, que para ti no existe, un hoy cuyo portal se te resiste, y un mañana con rostro de enemigo. Tan huérfano de siglos, tan mendigo de lo fundamental, que no aprendiste; qué vacuidad en derredor, qué triste mirar sin ver, más luto que castigo. En privación de la palabra escrita, cultural sordomudo, que marchita día a día visiones de hermandad. Tan corta y fría tu familia humana que apenas nada de su fuente emana en caudal de belleza y de verdad.
Los Angeles, 10 de enero de 2014
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3689 - Anatomía
Eres intimidad y geografía, y yo descubridor y peregrino. La ambigüedad de aquello que adivino me impele a la aserción por cercanía. Aire, nube, temblor, la fantasía vuela, no concretiza, y lo genuino demanda precisión; por tal me obstino en descubrir tu realidad bravía. Llevo tu mapa impreso en la memoria, e intenta mi avidez exploratoria transitar por tus íntimos paisajes. El tiempo no me apremia, sí el deseo de conocerte a fondo, y mi sondeo derivará en erráticos viajes.
Los Angeles, 10 de enero de 2014
Diseño: Carmen Álvarez
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