Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Despoblado recuerdo

Índice

Sonetos:
Tantas, tan… Mírame Mujer en el andén Aún felices Otras palabras Renovada ofrenda Nueva arquitectura Otra cumbre Esta vez Has esperado tanto Hay otro amor Recital
Poemas:
Cantabria/Castilla
seperador

Breverías

1114
Entre ausencias, gente y ruido, alguien surge que no hiere: un nuevo amor ofrecido, arrinconando en olvido al viejo amor que se muere.

1115
La besé sin amor y sin exceso entre un abrazo tuyo y otro abrazo; y siendo apenas perceptible trazo, fue tu lágrima el precio de aquel beso.

1116
Me lo sabía todo de memoria: Amor, traición, desesperanza, olvido; hoy son parte integrante de una historia de verdad y mentira sin sentido. Mi verdad, mi ilusión, mi fe, mi gloria, su maraña de engaños y descuido. Me acarició otra mano, y ahora puedo raspar su imagen, desdeñar su enredo.

1117
No sale el sol por ver cantar al gallo, aunque el gallo tal vez así lo crea, ni es tampoco por ti que hoy alborea; no pienses gran señor, piensa vasallo.

1118
Mi vela no pierde nada por encender otra vela; ¿por qué tu alma se rebela si no ha sido recortada?

Sonetos

901 - Tantas, tan…
Tantas veces llamaron a tu puerta, tantas veces abrióse al caminante, y tantas le llamaste único amante, y tantas su esperanza quedó muerta.   Anclada en tantas manos, tan experta en lágrimas y piel, tan inconstante, tan convincente y pura en cada instante, alma de cien caminos, tan desierta.   Tantas palabras cálidas, tan vanas, las mismas para todos, caravanas sin cargamento de verdad, tan frías.   Tanta vida gastada, ilusión rota, tanta fe desangrada gota a gota, tanto te di, mis manos tan vacías.
Cantabria, 2 de octubre de 2003
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902 - Mírame
A los ojos, mujer, mírame intensa, clávate a mí, déjame en ti clavado; tú eres sólo presente, no hay pasado, y en tu labranza mi almanaque piensa.   Adivino tu mies; qué recompensa para este corazón alborozado, que vio su campo un día devastado, y hoy apenas se acuerda de la ofensa.   No desciendas los párpados, demora la noche de tus ojos, e incorpora su luz y su color sobre los míos.   Juegue la mano, el labio húmedo bese, reviente el sexo, y la mirada exprese su energía recíproca de ríos.
Burgos, 2 de octubre de 2003
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903 - Mujer en el andén
Mujer en el andén, quemando esperas, en pausado, monótono paseo, qué callada quietud de mausoleo alza a tu alrededor densas barreras.   Las horas se suceden, desesperas; trenes en reincidente martilleo de frenos, llegan y se van; flirteo de nostalgia y pesar. Ah, si supieras…   Si supieras que no habrá pasajero ávido rastreando el hervidero del gentío, buscando tu semblante.   Si supieras qué tarde es ya en tu día, cómo viene la noche, tan sombría, qué distante está el alba, qué distante.
Burgos, 3 de octubre de 2003
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904 - Aún felices
A María José
Diez años de pareja, y aún felices, mezclando adversidades y sudores al ritmo, la fragancia y los colores que fecundan del alma las raíces.   Las heridas de un día, cicatrices son hoy donde reposan los dolores, un recuerdo tan sólo, tibias flores que al marchitarse pierden los matices.   La palabra es caricia, no saeta; si codazo, es impacto que respeta; si quejido, es lamento afectuoso.   En cada sombra se adormece un rayo que hace a diciembre asemejarse a mayo, y abre al ocaso un arco luminoso. 
Burgos, 3 de octubre de 2003
seperador
905 - Otras palabras
Descarga el mazo de tus opiniones sobre mi corazón y mi cabeza; sospecha y duda se han hecho certeza, libera, amiga mía, tus leones.   Tus razones han sido mis razones, de mente cierta y alma que tropieza; hoy reafirmas en mí la fortaleza que naufragaba en río de intenciones.   De tus ojos mis ojos absorbieron resolución, y en ellos se fundieron tus palabras, exactas a las mías.   Otras palabras con rumor de besos que un día se abrazaron a mis huesos, han muerto ya, fingidas y vacías.
Burgos, 3 de octubre de 2003
seperador
906 - Renovada ofrenda
No hay temor en mis besos ni habrá duda, y en tu mirada, cielo despejado, vibra un canto de amor, dulce, callado, tu piel yacente junto a mí desnuda.   En transparencia estás, nada se escuda tras el cristal de candidez; a un lado queda el extraño brazo renegado que apuñalaba, requiriendo ayuda.   Es tu palabra mía en exclusiva, ni impura, tortuosa o fugitiva, desconoce otras rutas, va conmigo.   Y hacia ti irán desde hoy mi fe y mi senda, en incesante, renovada ofrenda, unas veces de amante, otras de amigo.
Burgos, 3 de octubre de 2003
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907 - Nueva arquitectura
Ya no pondré en ti límites ni frenos, joven corcel que trotas mi pradera, ni mis impulsos ceñirán la espera, ni mi sed se hundirá en jarros ajenos.   Eclipsarán tus senos a los senos que ella en intimidad me descubriera; y otra montaña habrá, y otra palmera, y otra explosión de rosas y de truenos.   No olvidaré tal vez lo ya vivido, mas palidecerá; su colorido, por tu propio matiz, difuminado.   Tu brazo, ayer apoyo en mi amargura, hoy alzará una nueva arquitectura sobre el escombro del amor truncado.
Burgos, 4 de octubre de 2003
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908 - Otra cumbre
No me llega tu luz, ha oscurecido lentamente en crepúsculo de meses; duermen en pie de lanza los cipreses, y el corazón también se ha adormecido.   Hoy ya es murmullo lo que fue alarido, apática quietud son los reveses, mis labios ya no esperan que los beses, y mis cantos por ti han enmudecido.   Te ausentaste, cubriéndote el semblante de una máscara absurda, caminante de múltiples caminos clandestinos.   Ya no hay dolor, ni sed, ni incertidumbre; he iniciado el ascenso de otra cumbre, y blanquean de rosas mis espinos.
Burgos, 4 de octubre de 2003
seperador
909 - Esta vez
Esta vez te amo más, y la amo menos, esta vez hacia ti va mi poema, esta vez es tu piel la que me quema, y están mis besos llenos de ti, llenos.   Me descolgué en tus ojos, tan serenos, en tu urdimbre de venas mi alma rema, y absórbense a través de cada yema recíprocos, hipnóticos venenos.   Adormezca la mente el balanceo de miradas de mar, sin parpadeo, y acelere latidos y temblores.   Sumérjase el pasado en el olvido con su espurio dolor, su amor fingido, y pintemos el cielo de colores.
Burgos, 4 de octubre de 2003
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910 - Has esperado tanto
Me esperarás, y volveré a tu lado, no como amigo ya, mas como amante; mi fantasía del amor distante humo ha sido, en el aire evaporado.   Ya no miro hacia atrás; estoy cansado de dar sin recibir; voy, caminante, hacia tu mundo azul, donde el instante se transforma en sendero prolongado.   Has esperado tanto…, y esa espera, tan injusta y cruel, mi compañera, ha llegado a su fin; en ti me vierto.   Agua para tu sed hay en mi vaso, y en la ceniza gris de mi fracaso, la última llama tímida se ha muerto.
Burgos, 5 de octubre de 2003
seperador
911 - Hay otro amor
Llegó su voz, opaca, cautelosa, con temor opresivo de censura, mas no quebró el cristal de la envoltura que me rodea el alma silenciosa.   Gala fugaz sus pétalos de rosa, lúcida placidez mi desventura, y el rastro de despecho que aún perdura ni es sal sobre la herida, ni me acosa.   No sé si merecí cuanto he perdido, si merecí quedar tan malherido, si merecí vivir tan defraudado.   Hay otro amor llamándome a la puerta, cuya lengua veraz y mano experta dejarán mi recuerdo despoblado.
Burgos, 5 de octubre de 2003
seperador
912 - Recital
En tu voz tus poemas y los míos van hermanados, mismo itinerario; mi transfiguración y mi calvario desembocan en ti como dos ríos. Al oirte, un albor de escalofríos me rompen la mañana; el calendario marca besos de tinte mercenario en recuerdos efímeros, vacíos. El timbre de tu voz los ha llenado de números gozosos; marchitado queda el pasado, el hoy ha florecido. Mis palabras renacen nuevas, puras, perdiéndose en tu voz sus amarguras, y filtrándose tu alma por mi oído.
Cantabria, 13 de octubre de 2003

Poemas

Cantabria/Castilla
Tengan ellos el sol, el aire inmóvil, abrasador de rostros y paisaje; para nosotros queden nubes plomizas, lluvia fecundante. Ellos recorran la meseta parda de líneas rectas, desvestida de árboles; líneas quebradas son nuestro horizonte, verde esperanza, fronda exhuberante. Y el mar es nuestro, su sonrisa-espuma mansa sobre la arena se deshace, y su grito de furia apasionada hiere la roca con rigor de alfanje. Castilla parda, mística y austera, bucólica Cantabria del linaje.
Cantabria, 10 de octubre de 2003
Diseño: Carmen Álvarez
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