Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

LM35 - Orestes
¡El puñal, el puñal, hermana mía! Repudio la bebida que envenena; no merece una muerte tan serena quien supo asesinar a sangre fría. El adulterio no merecería castigo tan cruel; sólo enajena; pero en mi mente sin cesar resuena el grito de mi padre cada día. Madre y amante en pacto tenebroso para arrancar la vida del esposo, por el puñal del hijo han de morir. Y si las Furias has de perseguirme, de lugar en lugar habré de irme, pero nunca de mí tendré que huir.
Winnipeg, 22 de octubre de 1999
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