Breverías
1481
Espérame al crepúsculo tardío
cuando la sombra escale los balcones,
cuando se desvanezca el griterío,
adelgace sus trenzas el gentío
y se pueblen de amantes los rincones.
Luego la noche de onduladas manos
desenmarañará los galanteos
sobre la piel de nuestros dos pianos
en sonata de acordes cortesanos,
en guitarras de eróticos rasgueos.
1482
Te recuerdo, dolor; fuiste el amigo
que de la mano asido, ensangrentado,
solía caminar siempre conmigo;
la rosa cuyo cáliz perfumado
suavizaba la espina del castigo
con que la vida me dejó clavado.
Con sabor agridulce te recuerdo,
dolor, que ni me dejas ni te pierdo.
1483
Me abrazaré a la amada,
encrucijada en flor, enredadera
de los pies a la almohada;
ay, que me desespera
llevarla dentro y percibirla fuera.
1484
He vuelto a ver el mar,
hijo pródigo yo, que al fin regreso
de vagabundear.
El altiplano, ascético y distante,
tal vez fue compañero, hermano, amigo,
pero el mar es amante.
1485
Llevo al fondo de mí la rebeldía
del hombre agitador y subversivo
que al despertar, descubre cada día
el regocijo de sentirse vivo,
la independencia de su fantasía,
y la certeza de no ser cautivo
de caminos trillados, de costumbres,
de regularidad, de muchedumbres.
Sonetos
1458 - Vengo
Veo al pasar trigales y viñedos
con ansias veraniegas y otoñales,
y oigo casi el clamor de festivales
de siegas y vendimias en mis ruedos.
No llevo ya el temor entre los dedos
que detuvo mi tacto en tus umbrales,
hoy traigo apremios incondicionales
ignorantes de límites y miedos.
Vengo a hacer mío el pan de tus espigas,
a exprimir tus racimos, a que sigas
la ruta que hacia mi alma se dirige
a través de la estepa de la piel;
a cabalgar el mágico corcel
que se ofrece y espera, mas no exige.
Castilla, 1 de mayo de 2006
1459 - Última llamada
La vida, tantas veces silenciosa,
hoy me ha gritado con abrupta urgencia;
se cierne sobre mí fatal sentencia
de un fin inexorable que me acosa.
Es la última llamada; cautelosa
se despierta la mente en resistencia
de cada nueva eufórica vivencia
que puede resultar artificiosa.
Es la última llamada, y anochece;
cada oportunidad se desvanece,
neblina gris al avanzar el día.
Hoy voy a responder, también a gritos,
que el más perturbador de los delitos
es el silencio en blanco de osadía.
Cantabria, 2 de mayo de 2006
1460 - Si me hablara la luz
Cuando la luz en palidez se ausenta
por la frontera opuesta del ocaso,
se despiertan olores a fracaso
que el rodar de las horas acrecienta.
La noche es ciega cámara sangrienta
por la que me aventuro paso a paso,
es amargor al fondo de mi vaso
que no resuelve mi aridez sedienta.
La noche en que se absorben los amantes
me ofrece sólo notas discordantes,
no la sonata azul, ni la romanza.
Si esta maldita sombra enmudeciera,
si me hablara la luz, si una tijera
me cercenara la desesperanza...
Cantabria, 4 de mayo de 2006
1461 - Segunda vez
Esta segunda vez, cuando deslices
las invisibles manos del deseo
sobre mi piel, en lento serpenteo
penetrarán más hondas tus raíces.
Extinguidas las viejas cicatrices,
rosas marchitas, ciego parpadeo,
sobre mi carne renacida veo
pulsos más vivos, huellas más felices.
En las segundas veces no hay sorpresa,
cada sentido en libertad se expresa,
caballo desbocado, águila en vuelo.
Esta segunda vez hay un camino
establecido ya, si clandestino,
recubierto de blando terciopelo.
Cantabria, 4 de mayo de 2006
1462 - No soy de multitud
Sé centinela de mi soledad
contra grandilocuentes invasores
propugnando gentíos y clamores
con pretensiones de fraternidad.
Si del silencio emerge la verdad,
si la palabra engendra los errores,
sean tus escrutinios defensores
de mi aislamiento y mi serenidad.
Soy la columna vertical, erguida
sobre la ruina que antes fuera vida,
que a caída o cortejo se resiste.
Defiéndeme y protege mi retiro,
no soy de multitud, y sólo aspiro
a esta quietud, para los más tan triste.
Cantabria, 4 de mayo de 2006
1463 - Desgajado de ti
Desmembrado de ti, frondosa rama
a que la savia juvenil se niega,
voy por la vida, ráfaga andariega,
que sobre tantos bosques se derrama.
Cada una de mis hojas te reclama
con diligencia de insistente entrega;
el flujo de tu tacto no me llega,
aunque mi alma a la tuya se encarama.
Lejos es apellido de imposible,
incorpórea mujer, inasequible
a mi mano extendida en la distancia.
Desgajado de ti, nota perdida
de canción elegíaca dormida
con narcotizadora resonancia.
Cantabria, 5 de mayo de 2006
1464 - Página en blanco
He visto el libro abierto de la vida,
océano de letras, farragoso,
cuyo mensaje, nada misterioso,
a somnolencia apática convida.
Tal vez todo está escrito, beso, herida,
candor sentimental, placer morboso,
arbitraria razón, fallo juicioso,
pero es una lectura que se olvida.
Tu página está en blanco, y a escribirte
vengo hoy con firmes rasgos, y a infundirte
un ansia de vivir profunda y nueva.
Nuestro pie se afianza en un camino
sin previas huellas, porque no hay destino
que a fijarnos propósito se atreva.
Cantabria, 6 de mayo de 2006
1465 - Lleno de ti
Dentro de mí tu acequia fluye y crece
con el afán que la transforma en río;
qué bramido del agua, qué bravío
festival de colores establece.
Tanto de ti me llega y pertenece,
tanto de ti consigo llamar mío,
que por tu propia realidad me guío,
y mi impulso hacia ti rejuvenece.
Al mecer en mis brazos tus abrazos,
has recompuesto todos los pedazos
que el dolor en mi vida fragmentara.
Ánfora restaurada, si no nueva,
lleno de ti, no hay sed que se me atreva,
ni lodazal que enturbie mi algazara.
Cantabria, 8 de mayo de 2006