Breverías
1491
Me salpican tus dedos y quedo humedecido
del último rocío cuajado por su tacto;
pródiga lluvia de oro que me yergue el sentido,
y sobre ti descarga su radical impacto.
1492
Ábraseme el misterio en que te encierras,
y abráseme el deseo que enmascaras.
¿De qué sirve mi piel si te separas?
¿De qué la luz, si a sombra me destierras?
1493
Las ceremonias del amor, sus ritos,
su batalla incruenta, su programa,
ni se aprenden de voz, ni han sido escritos,
surgen entre sudores en la cama.
1494
Sobre mí te deslizas y serpeas
como río de fuego;
gallardo me cabalgas y espoleas;
yo avanzo y me repliego
con la insistencia azul de las mareas,
adicta al mismo juego;
y en extática playa,
la mente vuela, el cuerpo se desmaya.
1495
Soy el móvil que agota la tarjeta,
mi batería ya debilitada,
sonoridad y acción adormecidas.
Soy mente inadecuada de poeta,
si no tal vez opaca o despoblada,
con ideas sin luz y envejecidas.
Sonetos
1474 - De lejos
Hoy esperaba verte, mas no ha sido;
qué derrumbe de torres, y qué adverso
temblor de cúpulas en mi universo,
sin tu contacto audaz, tan abatido.
El viento en el sauzal es el gemido
que me viene de ti; con él converso,
me rodea, persisto en él inmerso
como un abrazo triste y dolorido.
Estremece mi espalda la carencia
de la mano esperada en vehemencia,
tan auténtico el cauce de su tacto.
No obstante la distancia, se diría
que estás detrás de mí, o es tu energía
quien me transmite tu mensaje exacto.
Cantabria, 25 de mayo de 2006
1475 - Cuánta palabra
Cuánta palabra en torrentera muda
en ambas direcciones se desplaza;
ni dique las detiene, ni mordaza
podría sofocarlas. Se reanuda
su flujo cada día en la desnuda
soledad, que ni arrastra ni rechaza,
a pecho abierto ajeno a la coraza,
indefenso tal vez, pero sin duda.
Hablo incesante, y firme me contestas;
si mis palabras son lanzas enhiestas,
tremolan banderines y claveles.
Si tus palabras son aguas de plata
desplomándose en ágil catarata,
persuadirán a todos los niveles.
Cantabria, 26 de mayo de 2006
1476 - Sin testigos
Idilio restringido, clandestino,
que apenas me permite contemplarte,
la mirada se esfuerza en esquivarte,
pero te circunvala en remolino.
Sobro tu vivo, ardiente pergamino,
la mente ensaya y articula el arte
de íntimas miniaturas, y comparte
con la piel su más loco desatino.
Aunque vengo a tomarte sin testigos,
la pretensión de parecer amigos
ante los circundantes, me incomoda.
¡Ah, si lograra un rapto irreversible!
Lo prohibido sería premisible,
y todo tuyo, tú para mí toda.
Cantabria, 17 de mayo de 2006
1477 - Silvia
Eres mujer de andén y campanilla,
nudo de trashumancia y alborozo,
flúido arroyo más que inmóvil pozo,
más que lirón durmiente inquieta ardilla.
No sabes de la siesta ni la silla,
siempre tus pies al borde del retozo;
si tienes, nadie ha visto tu sollozo,
y el centro de las cosas es tu orilla.
Tus hermanos, los puntos cardinales,
y aun rodando por tantos carnavales,
mantienes seriedad y sensatez.
Equilibrio de farras y deberes,
sabiendo cuándo, y cómo, y lo que quieres;
en tanta juventud, tal madurez.
Castilla, 29 de mayo de 2006
1478 - Mente y corazón vacíos
Ando sin corazón por las callejas
anónimas de ayer, soy ermitaño
que a todo renunció, y hoy me acompaño
sólo de la nostalgia que reflejas.
Las ideas más hondas, más complejas,
talladas a cincel año tras año,
me han desertado sin hacerme daño,
denso enjambre de erráticas abejas.
Así voy por la vida, pecho y mente
vacíos, pero siempre dependiente
del lugar donde todo lo he dejado.
Allí mi corazón, y la memoria
de una piel que estalló en toda su gloria,
allí tanto de mí, tan arraigado.
Londres, 1 de junio de 2006
1479 - Batasuna
Guantes blancos y espíritu de roca,
o de triturador hierro mugriento,
fétido olor de muerte en el aliento,
y acusatorios mitos en la boca.
Se reescribe la historia, se convoca
un pasado ficticio, fraudulento,
y al presente fanático y violento
máscara nacional se le coloca.
Mafia letal en frío anonimato
forja botín, chantaje, asesinato,
en nombre de una idea mercenaria.
Pistolero en la noche; pero el día
pertenece a otro autor, otra jauría,
con máscara no menos incendiaria.
Sobre el Atlántico, 1 de junio de 2006
1480 - Mi voz, tu voz
Cuando mi voz despierte y te sacuda,
ya clarín al romper la madrugada,
ya susurro temblando en la enramada,
ya grito eufórico o palabra muda,
se desvanecerá la última duda,
la resistencia quedará truncada,
y se abrirá al deseo cada entrada
antes hermética en tu piel desnuda.
Tu voz, aunque ni hostil ni disuasiva,
portaba un tono de verdad cautiva
refugiada en temores y aislamiento.
Muros ya de papel que se desploman,
por cuyas ruinas ávidas se asoman
tus ansias de vivir, tu ofrecimiento.
Los Angeles, 2 de junio de 2006
Poemas
Atadura
Por el arco asentado en codos y talones,
por los puños crispados tensando la atadura,
por el vientre ascendido, por la región oscura,
por los senos redondos, los rígidos pezones;
un fervor sudoroso, formulando regueros
de críptica escritura, de irregular trazado,
que me dice de impulsos, de placer derramado,
por llanuras abiertas, hondos desfiladeros.
La voz entrecortada frenética porfía:
"Desátame, libera mis miembros de estos lazos,
pues van desperdiciándose los ávidos abrazos
que en este paroxismo sensual te otorgaría."
Hay un silencio breve, y un gemebundo ruego:
"No me desates, sigue, deja que reincidente
tu tacto me estremezca indefinidamente,
que no deseo tregua, descanso ni sosiego."
Cantabria, 23 de mayo de 2006