Breverías
1531
No sé si me amarás de aquí a diez años,
ni sé si te amaré; pero esta gloria
que hoy vivimos, eterna o transitoria,
nuestra será, ya cómplices, ya extraños.
1532
Este deseo que hacia ti me instiga,
impulso arrollador, inevitable,
intenta detenerse, y es probable
que se niegue a impeler, o a que prosiga.
Es su placer más álgido en la espera
que tal vez pueda serlo en la llegada;
masoquista cuya alma enamorada
goza de no gozar lo que pudiera.
1533
En ansias de tu piel, encadenado
por eslabones de esperanza llego;
tu lado debe ser también mi lado,
tú, mi hospitalidad y mi alter ego.
1534
¡Qué tardo el tiempo va, si dolorido!
Es inmóvil reloj, cámara lenta,
tren que no acaba de llegar, perdido
en infinita estepa soñolienta.
Pero el tiempo del gozo, qué andanada
de diminutas, fugitivas horas,
qué relámpago breve, llamarada
galopante, gaviotas voladoras.
1535
El diálogo es arma arrojadiza
que viene y va por ambas direcciones;
la verdadera paz sólo en funciones
de monólogo nace y cristaliza.
Sonetos
1530 - Siente
He visto desdoblarse a cada amante,
calzada bifurcándose en dos sendas,
una pavimentada de leyendas,
otra de absurda realidad punzante.
Sobre la marcha, el caballero andante
que persigue conflictos y contiendas,
debe abdicar manejo de las riendas
en su corcel; no hacerlo es arrogante.
Cuajada está la mente de prejuicios,
y es por tanto incapaz de ver indicios
de belleza y verdad en las quimeras.
Ay del amante que al andar se guía
de sus ciegas ideas; vendrá el día
en que le atacarán sus propias fieras.
Los Angeles, 9 de agosto de 2006
1531 - Duerme
¿Duermes? ¿A qué nivel, por dónde vaga
tu mente, que a la mía se encadena?
¿Con quién tu libertad se desmelena?
¿De qué vino tu espíritu se embriaga?
¿Vas tal vez por el mar donde naufraga
mi velero maltrecho? ¿Por la arena
donde arriban sus restos? ¿En qué escena
del drama que requiere rosa o daga?
Ay, duerme, duerme, blanda, misteriosa,
sin escuchar la duda que me acosa,
sin percibir el llanto enmascarado.
Duerme, que aunque no entiendo tus andanzas,
ni tampoco a mí mismo, te afianzas
más en mi amor teniéndote a mi lado.
Los Angeles, 10 de agosto de 2006
1532 - Limonada y vino
El vino es seducción, y en la bodega
se apresta a la ofensiva, al abordaje;
la limonada es suavidad, mensaje
que a media tarde por tu mano llega.
El rojo vibra y hierve, mas repliega
en estas horas su ímpetu salvaje;
es color de explosión, no de lenguaje,
no sabe preguntar, sólo doblega.
Este vaso glacial, burbujeante,
que me has servido es intención galante,
ala de beso, roce de mejillas.
Decrecerán las luces al ocaso,
y entonces yo te ofreceré en mi vaso
vino rojo que afloje tus rodillas.
Los Angeles, 11 de agosto de 2006
1533 - Dentro de ti
Percibo en ti rumor de pensamientos,
concurrencia de enjambre en la colmena
elaborando miel, y es tu faena
la dulzura también, sin aspavientos,
sin falsos ademanes, sin intentos
de establecer artificial escena.
Sea tu acción, y lo parezca, buena,
convincente en sus propios argumentos.
Yo sé quién eres, cómo, cuándo y donde,
porque te oigo pensar, y eso responde
a tu autenticidad, tu transparencia.
Puedo ver el trasfondo de tu mente,
porque resido en ti, y eres mi ambiente;
no sé de más lograda convivencia.
Los Angeles, 11 de agosto de 2006
1534 - Mi concepto
Deja que el alma te ame por la idea,
por la que lleva en sí, no por la que eres,
como admiramos los amaneceres
por la luz y el color que nos rodea.
El concepto de ti que en mí se crea
no es el mismo tal vez que tú prefieres,
pero es el que nivela mis quehaceres,
y mi anhelante realidad permea.
Mente, espíritu y ojo se conectan
y modelan la imagen que detectan;
¿qué le importa al amor cómo te ves?
Solázate en la dicha que te llega
y corresponde a entrega con entrega,
sin indagar ni cómos ni porqués
Los Angeles, 13 de agosto de 2006
1535 - Hoy es la vida
Tanto he ganado en pérdidas de ayer,
tan dramática ha sido mi victoria,
que ya, purificada la memoria,
estoy como acabado de nacer.
Hoy es la vida. ¿Para qué volver
a calendarios muertos? Son escoria
de fuegos extinguidos, ya sin gloria,
amarillentos nombres de mujer..
Este momento lo contiene todo,
a él entro, reconozco y me acomodo,
y a mañana también, si es sólo un día.
Más allá de mañana es largo plazo,
y ¿quién me garantiza que el abrazo
que hoy me cerca tendrá fe y energía?
Los Angeles, 13 de agosto de 2006
1536 - Ingrávido
Tu etérea mano me ha robado el peso,
soy incapaz de caminar; sin alas,
se me resiste el vuelo, y te intercalas
entre la tierra y yo: Me tienes preso.
Arrebatado estoy; tu primer beso
pobló mi noche de oros y bengalas;
nadie a mi lado ya, me circunvalas,
y sólo de ti vengo, a ti regreso.
No me dejes caer; la vieja carga
que tu mano extirpó fue tan amarga
que no quisiera reclamarla ahora.
Sólo de luz, fragancias y sonidos
deseo rebosar, de ti obtenidos,
mi nueva libertad, mi redentora.
Los Angeles, 14 de agosto de 2006
1537 - Nada más
Acércate a mi piel, aún más; estrecha
mis límites, absórbeme, comprime
esta carne que tiembla, quema y gime
arrebatada, siempre insatisfecha.
Tanto he capitulado, ciega flecha
hacia incógnito blanco, que me oprime
el peso de mi esfuerzo inútil. Dime,
¿podré tallar en mármol esta fecha?
Dispuesto me hallo a destrozar el arco
que voluble me impulsa; me desmarco
de cuantos vuelos hice o pueda hacer.
Ay, cómo llego a ti, débil, deshecho,
y cómo en este punto, sobre el lecho,
no me hace falta nada más, mujer.
Los Angeles, 15 de agosto de 2006