Breverías
1676
Tuve alegrías que el recuerdo evoca,
y que ya no parecen alegrías;
dolores también tuve, y me sofoca
cada uno de ellos como en otros días.
1677
No detengas el paso
ante la puerta que el amor te cierra;
ni llames, ni la empujes. ¿Quién se aferra
al clavo que no existe, por si acaso?
1678
Tu amor exige, pero no me ofrece,
mi amor ofrece, pero no te exige;
el tuyo es el amor que se adormece,
y muere al fin; el mío permanece,
y sin cesar, y pese a mí, te elige.
1679
Qué poco tiempo para amarte tengo,
y cuánto, cuánto, cuánto te amaría
si una vez, una sola vez que vengo,
fuera punto final la lejanía.
1680
Renuncio a la sonrisa de cristal
que en los ojos inicia su temblor;
el llanto es inequívoca señal
de la última sonrisa del amor.
Sonetos
1695 - Siempre naciendo
¿Qué edad tiene el amor, cuándo madura?
¿Cómo se hace a los ojos evidente?
No sé, pues al nacer constantemente
ni a crecer ni a morirse se apresura.
Ni le urge calendario ni estatura,
nace y vuelve a nacer; le es suficiente
la cuna, siempre niño, indiferente
a visiones de sombra o sepultura.
Nunca la sensatez va en su cortejo;
canta simplicidad, pero es complejo,
y apenas sabe a dónde va o qué quiere.
Ni envejece; tan sólo se construye,
pero al fin a sí mismo se destruye,
y sin apenas madurar, se muere.
Cantabria, 18 de mayo de 2007
1696 - Veinticuatro, no más
Sólo han venido veinticuatro horas,
ciempiés trepante, pardas golondrinas,
lentas primero, luego repentinas,
idas al fin, volutas incoloras.
Veinticuatro, no más, de arrolladoras
tácticas y finezas clandestinas,
veinticuatro sedosas bailarinas
saltando del reloj, moldeadoras
como invisibles manos, de caderas,
senos y muslos, blandas viajeras
por húmedos senderos tropicales
donde el calor resbaladizo abrasa.
Veinticuatro, no más, pero en tu casa;
veinticuatro, no más, y horizontales.
Cantabria, 18 de mayo de 2007
1697 - Llegué y amé
He avanzado entre muslos diagonales,
columnas lúbricas hospitalarias,
donde abismadas rutas secundarias
cruzan a veces sendas principales.
Me detuve a beber en manantiales
de convulsivas aguas, en las varias,
íntimas franjas, zonas solitarias,
susceptibles de audacias sensoriales.
Llegué y amé; no fui disminuído
por mente anémica o pudor fingido;
todo ofrecido fue, todo aceptado
en absoluta desnudez, desierta
de ajenas sombras, como quien despierta
inesperadamente a nuestro lado.
Cantabria, 21 de mayo de 2007
1698 - Soldado
Máquina de matar, crudo soldado
que en agresivas lides se ejercita,
hijo de Marte hostil, no de Afrodita,
engendrador de llama y despoblado;
matar, matar, su vocación; arado
que remueve la tierra, y habilita
cosecha de rencores; dinamita
es su ramo de rosas, su dictado.
Destruye y tala y quema y ensangrienta,
en nombre del poder que representa,
bajo excusa trivial de libertad.
¿A qué las libertades del difunto?
¿Somos más libres muertos?, me pregunto...
Sólo dice que sí la autoridad.
Cantabria, 21 de mayo de 2007
1699 - No es breve
Ay, no me digas que la vida es breve.
Breve será la rosa en primavera,
la brisa en el sauzal breve y ligera,
y también la sonrisa de la nieve.
Puede un ángel pasar rápido y leve,
y es veloz el zarpazo de la fiera,
pero es larga, larguísima la espera
de quien quiere llegar y no se mueve.
Voy hacia ti en desesperante fuga,
y el tiempo, desalado, es ya tortuga
de insoportable y lenta indiferencia.
No es breve para mí la vida, es larga,
y es aniquiladora, y es amarga,
cuando mi sed de ti reclama urgencia.
Cantabria, 23 de mayo de 2007
1700 - Dádiva
Todo cuanto libero me engrandece,
y soy más libre cuanto más libero;
el verso que me nace es prisionero
que al evadirse me rejuvenece.
La palabra tal vez se desvanece
tras iniciar el vuelo mensajero,
pero el mensaje arraiga, y recupero
más de lo que otorgué. Se empequeñece
quien no sabe ofrecer, quien atesora
lo que siente o medita, y no mejora
con su pasión o idea a los demás.
Tengo abierta de par en par la mente,
y el alma descubierta y complaciente,
dádiva para ti, que tanto das.
Cantabria, 28 de mayo de 2007
1701 - Tiempo contigo
No sé si llevo algo de mí; me alejo
incompleto y sin voz, mas no vacío;
he trocado el perfil que fuera mío
por el que a veces cruza por tu espejo.
Tan joven junto a ti, sin ti tan viejo,
perdido de mí mismo, me extravío,
pero vuelvo a orientarme si me guío,
saturado de ti, por tu reflejo.
Tiempo contigo, ni semanas ni horas,
no hay relojes en mí cuando me exploras,
ni calendario en ti si te rastreo.
Sólo ese instante indefinido, puro,
en cuya casi eternidad procuro
la casi infinidad de mi deseo.
Cantabria, 29 de mayo de 2007
Poemas
Cada poema
Cada poema es un intento
de refugiarme en casa,
sellar la puerta a itinerantes,
y abrir balcones y ventanas
para que nueva primavera
me llene de alas y fragancias.
Cada poema me retiene
con su estrategia de emboscada,
cerrando opciones, como si algo
se interpusiera frente al alma.
Fecundador de soledades,
sabe esquivar calles y plazas
donde el tumulto clamorea
diciendo apenas nada.
No danzan ni vagabundean,
tienen vida interior, y callan;
aunque desde el silencio
mi mensaje proclaman.
Y sólo quienes aprendieron
a comprenderse sin palabras,
vástagos del sosiego,
del gozo y de la lágrima,
los descifran, me entienden,
y a su manera me acompañan.
Esta hermandad es mi familia,
nos engendró la misma savia,
y yo que escribo soy el tronco,
quienes me leen son las ramas,
hijos callados de la tierra,
como la brisa, siempre en marcha,
aunque nos ven fríos e inmóviles
quienes se agrupan como estatuas.
Vivo sus vidas inmortales
de paradojas y nostalgias,
de júbilos, de llantos,
de sombras y de llamas.
Aunque los lanzo al mundo,
perviven en mi casa.
Cantabria, 27 de mayo de 2007