Breverías
2286
No me analices; ámame sin mente.
Si el amor desconoce sus razones,
¿por qué pretendes conocerlas tú?
Bésame como soy, independiente
de ayer, mañana, consecuencia, opciones,
sin hacerme sondeos o interviú.
2287
Amor es el motor que mueve el mundo,
y no sabemos cómo ni por qué
sucede entre los dos cuanto sucede.
Si descendemos a lo más profundo
de su esencia, dejando atrás la fe,
nada veremos ni entenderse puede.
Nos procede, de cara a su misterio,
sólo abrirle la puerta, y que se hospede,
y acerptar sin temor su magisterio.
2288
Enamorarse nunca es garantía
de recibir amor. Vive y espera.
Si te llegara, explota de alegría
como estalla la rosa en primavera.
Y si no, sé feliz de haber amado,
sin agotatarte en vanas conjeturas;
ese mágico arpón en tu costado
te ha dado más placer que desventuras.
2289
Contigo fui capaz de volar alto,
águila audaz de mente visionaria;
no supe antes de ti, yo era el asfalto
que tantos pisan, alma solitaria.
Tal vez no hiciste nada, tal vez fueras
la chispa detonando el estallido;
pero salvé barrancos y trincheras
que antes de ti me hubieran abatido.
Fuiste ocasión, propósito, motivo
de que redefiniera mi objetivo.
2290
Te amo con la amplitud de quien adopta
no sólo tu belleza, mas tu todo.
Y con las restricciones de quien opta
a ti, sin nadie más, de cualquier modo.
Sonetos
2373 - Amas desde el temor
Amas desde el temor, desde la duda,
hacia el dolor y la desesperanza;
desnivelado amor que ciego avanza
gestando soledad. Y tú, desnuda.
Desnuda y a la espera, sin que acuda,
rompiendo en torno a ti en vibrante danza,
la silueta que sueñas. Tu labranza,
campos de voz, tiene cosecha muda.
¿En dónde está el error? ¿En quien ignora
la palabra sutil o seductora,
respondiendo al fervor con la tibieza?
¿O en quien decide amar a quien no puede
responder a la ofrenda, y sólo accede
a una sonrisa tibia que bosteza?
Cantabria, 24 de mayo de 2010
2374 - Trastocado mundo
Sobrenadan la zona de mi mente
las rosas que talara la experiencia;
cada una fue pletórica vivencia
de este mi corazón adolescente.
Y mi razón, serena y elocuente,
desciende al fondo de mi efervescencia
perdiendo músculo y clarividencia,
canjeando lo terso por lo ardiente.
Se me descubre un mundo trastocado,
aún no sé si triunfante o fracasado,
si racional o absurdo, nieve o fuego.
Y en tal acervo de contradicciones
dejo libres fluir mis decisiones,
y de ninguna insensatez reniego.
Cantabria, 24 de mayo de 2010
2375 - Un día
Promulgará tu nombre la locura
dándote opción a tálamos nupciales,
y amarás con los ímpetus vitales
con que amándote está mi desventura.
Y tu mente, que tanto se apresura
a formular diseños radicales,
como te estoy pensando, a vendavales,
me ha de pensar, en amplitud y hondura.
Y tus ojos, un día, al añorarme,
como yo por ti lloro han de llorarme,
cursos de agua salada a un mismo mar.
Y al fin vendrá tu conversión tardía;
querrás venir a mí, pero ese día
desapareceré al alborear.
Cantabria, 25 de mayo de 2010
2376 - Te digo adiós
Te digo adiós, aunque jamás viniste,
incorpórea mujer de atardeceres
que no alcanzan la noche; te me adhieres,
mas tu forma sutil se me resiste.
No sé de qué estás hecha, en qué consiste
tu disfraz intangible, ni qué quieres,
pero me sobrecogen los poderes
que en mí ejerces desde que apareciste.
Desconozco en verdad si a mi costado
tu perfil algún día se ha arqueado
como en busca de blando acoplamiento.
Te digo adiós, mujer, a quien percibo
cuando proyecto, sueño, danzo, escribo,
oculta al fondo de mi pensamiento.
Madrid, 26 de mayo de 2010
2377 - Llegabas en la noche
Llegabas en la noche, y renacía
cuanto cansancio y tiempo habían muerto;
como si el eco mudo de un concierto
recobrara su prístina armonía.
Y en esa nueva, transformada orgía
de ritmos y cadencias, yo, despierto,
te soñaba real, vela en el puerto,
brisa en los olmos, luz de mediodía.
Llegabas en la noche, en rescisiones
de enojos, sequedad y decepciones,
restaurando mi estado primitivo.
Y me dejaste un alma que resuena
con temblor de cristal, vigor de almena,
de todo en libertad, de ti cautivo.
Madrid, 26 de mayo de 2010
2378 - Interceptas el sueño
Interceptas el sueño en su camino
cuando, entre sábanas, desnudo espero
sellar mis ojos y escapar ligero
de tanta presunción y desatino.
La noche es el refugio diamantino
a que me acojo al fin de mi sendero
de días de sudor y estercolero,
en que el rosal es simplemente espino.
Mi sueño no es soñar, es el descanso
a que aspiro, el utópico remanso
de corriente dormida en el olvido.
Mas lo entorpeces tú, reapareciendo
una vez y otra vez, siempre eludiendo
la ansiedad de mi tacto estremecido.
Los Angeles, 29 de mayo de 2010
2379 - Todos son hijos míos
Rompo el tiempo hacia atrás, en el intento
de rescatar cuanto nos usurpara,
las horas de excelencia y algazara,
las noches de inquietud y de lamento,
los paisajes de luz, o lluvia, o viento,
caricia o brusquedad sobre la cara,
cada acción que nos besa o nos dispara,
cada frivolidad o sentimiento.
Todos son hijos míos, pertenecen
a mi historia de amante, y no envejecen,
flores de juventud en lozanía.
Si bien otrora desaparecidos,
perpetúan mi nombre y apellidos,
y los quiero en mi propia compañía.
Los Angeles, 30 de mayo de 2010
2380 - Dualidad
Amé su timidez, y su osadía,
y su pasividad, su dinamismo,
partes todas del mismo mecanismo
que impulsa el ritmo de su anatomía.
Era docilidad y rebeldía
en hondo, incoherente dualismo;
la piel le reventaba de erotismo,
mientras el alma su candor vertía.
La amé a raudales, y me amó a su modo,
ella con restricciones, yo con todo,
a corazón abierto y embriagado.
Y se alejó, como quien ha cumplido
su misión en la vida, y yo, vencido,
como quien se ofreciera demasiado.
Los Angeles, 30 de mayo de 2010