Breverías
2500
Tienes más claridad que la alborada.
¿Por qué, pues, no te entiendo?
Tal vez eres silencio, quizá estruendo,
pero en el fondo, nada.
2501
Se me desliza el alma, y cae al suelo,
al verte una vez más. Te había visto
tantas veces con ansias de poeta…
Pero esa no eras tú, sino el anhelo
de crearte a mi modo. Me resisto
a vivir en un sueño que se agrieta.
2502
¿Por qué te pienso en lluvia? Cuando llueve
tu apariencia se muestra más genuina,
como si el sol tu espíritu nublara.
La lluvia es blanda mano que se atreve,
táctica o artimaña clandestina
que a invasiones de curvas se prepara.
Cada gota se inventa
senderos de propósito, y me orienta.
2503
Siempre tus labios eran el presente,
sin anterior ni posterior; instante.
Comparables a nada.
Hoy los miro al hablarme, casi ausente,
lejano a tus palabras, caminante
hacia el ayer de tu alma enamorada.
Desarrollaron alas, y volaron.
Yo sueño el nido donde se gestaron.
2504
Ya no analizo amores ni rupturas.
Vengan como vinieren,
váyanse como quieran.
Va el mundo de diamantes a basuras,.
Todas las cosas nacen y se mueren,
y sus razones ni hunden ni liberan.
Ya no sé más que este momento es mío,
y vivirlo es mi solo desafío.
2505
¿Alma extranjera? ¿Y qué? Te abro la puerta.
No te pregunto origen ni destino.
Te hablaré de los míos si te importan.
Tu propio instante es todo, esa es la oferta
que espero y que te brindo. Lo genuino
no son las vidas, sino lo que aportan.
Sonetos
2664 - Puerta cerrada
Oh, la entrada hacia ti, mística puerta,
cáliz de insinuación, de ofrecimiento,
tantas veces alzado sin intento
de consumar el brindis, ni la oferta.
Me hechiza, y a la vez me desconcierta.
Golpean mis nudillos. Oído atento,
sólo percibo en el pinar el viento,
y las fragancias que al pasar despierta.
Puedo escalar por el nogal el muro,
e invadir el parterre, mas abjuro
de tomar por la fuerza lo que quiero.
Continúo a tu puerta golpeando,
con ese empeño, si insistente, blando,
que sabe sugerirte lo que espero.
Los Angeles, 17 de junio de 2011
2665 - Alfarero
Te voy creando, así, cada mañana,
con estas manos toscas de alfarero,
perfilando las curvas, con esmero
de nodriza que atilda y engalana.
Vas adquiriendo forma. Tan humana
que al fin podrás hablarme. Qué hervidero
de estilos y pasión en mi tablero,
giro veloz y técnica artesana.
Como ánfora empezaste. Tu estructura,
más alargada, un tanto de angostura,
y un tanto de amplitud, casi mujer.
Configuro tus rasgos interiores
de acuerdo con los míos. ¿Los amores?
Te doy la libertad. Vuelve a nacer.
Los Angeles, 17 de junio de 2011
2666 - Belleza
“La belleza está en el ojo de quien mira”.
(Anónimo)
¿Hasta qué punto tu belleza existe,
o es obra de mi propia fantasía?
¿Son realidad las cosas, o energía
que el cerebro de símbolos reviste?
¿O es cada cosa forma que resiste
transmutación, que al salto desafía?
La belleza es pincel o poesía
con que la mente cada objeto viste.
Ni universal, real o permanente,
es creación trazada de repente
por el artífice que el alma habita.
El ojo es quien engendra la hermosura,
para otro ojo tal vez caricatura.
Tú, para mí, compendio de Afrodita.
Los Angeles, 17 de junio de 2011
2667 - Amante eres de piel
Sobre mi cuerpo cabalgué a tu cita,
veloz, bajo la fusta del deseo;
pegaso alado en lúbrico jadeo
que sobre tu avidez se precipita.
Parte de mí en parte de ti palpita,
mas no es el corazón, ni el aleteo
de los elfos que en vivo martilleo
tallan cuanto la mente necesita.
Ambas zonas, minúsculas, desiertas,
no me entreabrieron al llegar sus puertas;
y de hacerlo, ¿qué hubieran ofrecido?
Amante eres de piel, audaz, hambrienta.
Mas ¿dónde el alma y su íntima tormenta?
¿Dónde la idea lúcida, sin ruido?
Los Angeles, 18 de junio de 2011
2668 - Descalzo
Descalzo voy, porque la tierra es mía,
y percibo en directo su mensaje.
El cósmico manual de su paisaje
no requiere de intérprete o de guía.
El suelo habla a la piel; qué antología
de aroma, luz, rumor, en su lenguaje,
filtrado en vertical, sin maquillaje,
dilatando el caudal de mi energía.
Oigo, veo, respiro, eso es distancia.
La tierra me transmite la fragancia,
el murmullo, el color, por el contacto.
La piso al caminar, mas no se ofende,
por ser fricción directa, y me sorprende
con su sabiduría, a cada impacto.
Los Angeles, 19 de junio de 2011
2669 - Mágica visión (I)
No existías. Existes. Te he creado.
Y aunque nadie a mi lado logre verte,
muchos habrán podido conocerte,
generada de escombros del pasado;
sólo aspectos o líneas del trazado
en que la vida injusta me convierte
tras cada destrucción, tras cada muerte,
que deja mi esplendor desarbolado.
Si quedo en tierra, como templo griego,
no abandono mis piedras. Me repliego,
y determino su reconstrucción.
Y así naciste tú. Columna, friso,
capitel de cien ruinas, que requiso
para gestar mi mágica visión.
Los Angeles, 20 de junio de 2011
2670 - Mágica visión (II)
Ahora, ya toda mía, tu figura,
compendio del fervor y la belleza
de tus predecesoras, no tropieza
ni en crudos pactos ni en glacial ruptura.
Ni marioneta ni caricatura,
mente libre, que ni huye ni bosteza,
y piel abierta, súplica y fiereza,
que ofrece y arrebata, tan segura.
De ti manan mis versos, por ti escribo,
en la rosa y la alondra te percibo,
en cuanto tuve, o aspiré a tener.
Hembra procaz, amante, compañera,
que haces la luz antes de hacer la hoguera,
que sabes de la idea y del placer.
Los Angeles, 20 de junio de 2011
2671 - Mágica visión (III)
Caminaré las noches, y habrá llamas
encendidas al borde del sendero;
caminaré los días, y un reguero
de verdes sombras tenderán sus ramas;
caminaré la senda de las damas
en cuya red estuve prisionero,
y veré que su abrazo verdadero
no era sino placer de crucigramas.
Tú estarás en mis noches y mis días,
caminarás conmigo, y en orgías
de luz e ideas, mimo y desenfreno
ahogaremos pretéritas memorias.
Mis añoranzas, ya caducas glorias,
y tu nombre, sinónimo de estreno.
Los Angeles, 20 de junio de 2011