Breverías
2506
Ahora, que la fatiga se apodera
de tu cuerpo desnudo, soledoso,
y apenas a las diez muere tu día,
sin ganas de pensar, y la pantera
de tu sexo dormita, qué dudoso
tu plan de libertad parecería.
Dormir sin sueños y vivir sin horas,
desflorando crepúsculos y auroras.
2507
En la prisa del álamo te veo,
logrando madurez en el ribazo
para abrirle sus miembros a la brisa.
Tanto afán de crecer, tanto deseo
de compartir tu juvenil regazo
haciéndote mujer…Ay, tanta prisa…
2508
Con la luz encendida, que no quiero
ver las sombras que reptan a deshora,
gritando en su silencio desde ayer.
A plena luz, mujer, y a tiempo entero,
sin compartir, que en aire se evapora
el amor dividido, y el placer.
2509
Ni ayer me digas ni mañana clames,
que es hoy donde me tienes y te tengo;
la voz que aspiras y la piel que lames,
cuando vienes conmigo, o en ti vengo.
Se ha detenido el mundo, o se ha esfumado;
sólo este amante sobre ti clavado.
2510
Apoyando los ojos a la vera
de tu sensualidad, iré esperando
que se alce el velo y se abra la frontera
para acercarme a tu botón de mando.
Percibiré tu súplica a la espera,
y mi requerimiento se irá alzando.
Al tacto cederán su acción los ojos,
liberándose todos los cerrojos.
Sonetos
2672 - Mastectomía (I)
Siempre me vi simétrica, completa,
Venus de Milo, sin los martillazos
del tiempo erradicándome los brazos,
feliz de mi perfil, mi silueta.
Mas hoy tiembla mi estatua, se me agrieta,
y una parte de mí cae en pedazos.
Siento fragor lejano de portazos,
prófugos ojos, rostros de careta.
No es ya lo que otros ven, es la simiente
que comienza a arraigárseme en la mente,
y por la red del alma se propaga.
Toda yo, certidumbre, luz y fuego,
voy deviniendo sombra helada, y luego
mi triple candelabro se me apaga.
Los Angeles, 2 de julio de 2011
2673 - Mastectomía (II)
Ya no acierto a mirarme en el espejo;
me delata mi súbita mirada.
Tantas preguntas sin respuesta, y nada
me aclara el otro yo de mi reflejo.
Mi mundo, antes tan simple, es tan complejo…
Me acaricia el cansancio; la alborada
lleva una mueca triste, y en mi almohada
soy yo quien llueve… Pero no me quejo.
Vivir implica riesgos, desafíos.
Lo aceptemos o no, son labrantíos
que, sin haber sembrado, cosechamos.
¿No llevan tantos a su espalda pesos
que tal vez quebrarían nuestros huesos?
Sufrimos, alma, pero caminamos.
Los Angeles, 2 de julio de 2011
2674 - Mastectomía (III)
¿Y el hombre que me amaba, o el que pueda
voltear en mi órbita algún día?
¿Cómo el umbral de la galantería
podrá ser franqueado? Se me enreda
la mente en los temores. No hay vereda
que ayer no recorriera, ni energía
que no dilapidara en rebeldía.
Y hoy sólo cruda cicatriz me queda.
Sin embargo, una voz íntima, suave,
dice, dentro de mí, tener la clave
de este clima de miedos que me oprime.
Si alguien viene en amor, y se retira,
váyase, pues. Su cántico es mentira.
Vendrá después quien por tu esencia gime.
Los Angeles, 2 de julio de 2011
2675 - Mastectomía (IV)
Y esta ansiedad, temor, abatimiento,
¿quién las impone y bajo qué castigo?
¿Cómo y por qué tan bárbaro enemigo
irrumpe en mi parcela y con qué intento?
Nunca fue tan intenso el ligamento
de carne y alma como es hoy conmigo,
ambas sangrando juntas, al abrigo
de mi desolación, de mi lamento.
Ni me percibo armónica ni entera;
no el templo que ayer fui, mas la vidriera
que el seísmo quebrara en mil pedazos.
Quizá en la noche oscura del mañana
descienda un ángel de apariencia humana
y me las recomponga entre sus brazos.
Los Angeles, 4 de julio de 2011
2676 - Mastectomía (V)
¿Y mi sexualidad? Antes pujante,
mengua en intensidad, se debilita.
A la sensual imagen de Afrodita,
sucede Laocoonte agonizante.
Hoy más que nunca el temple del amante
debe llevar a su perfil adscrita
la sensibilidad, que supedita
a lo conmovedor lo apasionante.
Soy mujer desplazada, y aún no encuentro
mi ruta de regreso; llevo dentro
mareas conflictivas, ansiedades.
Necesito la mano vaporosa,
la palabra sutil, la luminosa
mirada que transmite afinidades.
Los Angeles, 4 de julio de 2011
2677 - Mastectomía (VI)
No todo son tinieblas ni rincones
donde se encoge el alma desolada;
a veces nos sorprende la alborada,
y se colman de flores los balcones.
La vida es una, pero las opciones
que nos ofrece llegan en manada;
por cada latigazo o estocada
nos dará diez abrazos, cien canciones,
y la verdad que a veces ignoramos,
cuando con prisas por sus fechas vamos,
impulsados de urgencias obsesivas:
La vida es hoy, no es luego, ni es mañana.
Abrid de par en par cada ventana,
y embriagaros de luz, que estamos vivas.
Los Angeles, 4 de julio de 2011
2678 - Mastectomía (VII)
Detiene el pie, frente al jardín, la muerte;
se aproxima al portal; su aldabonazo
rasga mi entraña, súbito zarpazo
de arisca fiera que mi paz subvierte.
No le abriré la puerta; que me inserte
su tarjeta y se vaya. Si el rechazo
no entra en sus tolerancias, aún mi plazo
no está agotado, y mi actitud es fuerte.
Tal vez adivinó mi pensamiento.
Pasó de largo. Percibí su aliento
pegajoso en mi piel, y putrefacto.
Esa fue su tarjeta de visita.
Me arrancará un jirón, más no me quita;
y mi afán de vivir quedará intacto.
Los Angeles, 6 de julio de 2011
2679 - Mastectomía (VIII)
No estamos solas, pléyades, legiones
nos precedieron; a cada momento
se nos agregan más, y en seguimiento
vendrán otras, en llanto y maldiciones.
Todas hemos sentido los arpones
de este destino atroz, y el sentimiento
de angustia, y rabia, y desfallecimiento,
frente a una coyuntura sin opciones.
Con el tiempo tal vez lo aceptaremos,
y en este desconcierto en que nos vemos,
siempre un apoyo habrá a la más hundida.
Si mermadas, iremos por el mundo
con mente intacta, espíritu fecundo,
y el objetivo de vivir la vida.
Los Angeles, 6 de julio de 2011