Breverías
2676
Todo acelerador, escaso en frenos,
alta temperatura, confortable.
¿Te atreves a subir? ¿Qué otros estrenos
brindan aleación más inflamable?
Entra, mujer, que siendo azar la vida,
es el riesgo su parte más preciada.
Y el alma vacilante, o precavida,
por no perder, se quedará sin nada.
2677
Se me va desnudando el calendario,
prenda a prenda, en striptease silencioso
de decrépita anciana.
Me asquea su talante rutinario,
y miro con zozobra, temeroso
de que la última hoja esté cercana.
2678
Cansado de esperar lo que no llega,
cansado del recuerdo y los diseños,
ayer, mañana, historia, profecía.
Cansado estoy de todo, de la brega,
la paz, la guerra, la ansiedad, los sueños…
Dormir, morir, sobre la tierra fría.
2679
En cada calle, en cada esquina, veo
sombras desnudas que al pasar me ignoran,
aunque llevan tu propio contoneo,
y si a ellas me dirijo se evaporan.
Y de noche, al acoso del deseo,
de añoranzas de ti que me devoran,
danzan sobre mi lecho, mas se ausentan.
¿Por qué, siendo tú misma, me atormentan?
2680
Te contemplo mejor en la distancia,
que nunca logré hacerlo frente a frente;
más blanda, más radiante, que en la estancia
en que fuiste mi amante y confidente.
Quizá es la magia de lo ya perdido,
hoy llama viva lo que ayer fue brasa.
Tal vez estoy dormido,
y eres un sueño, ráfaga que pasa.
Sonetos
2930 - Mi cita
Mi cita es con el río, la pradera,
el sendero del bosque, el oleaje.
Siempre están, ni reproche ni chantaje
regulan su acogida por la espera.
El diálogo es gentil, a su manera;
su idioma no requiere aprendizaje.
Me hablan a pinceladas de paisaje,
rumor, color, aroma, primavera.
Sólo hay una estación para quien busca
belleza, alianza y paz, y no se ofusca
en rastreo de inciertas utopías.
Voy a su encuentro, saben sonreírme,
me circundan extáticas, y al irme,
quedan tristes, como ánforas vacías.
Los Angeles, 14 de marzo de 2012
2931 - Es un río cansado
Me detengo al crepúsculo en el puente;
miro el agua pasar, semidormida,
rozando ambos ribazos. Se suicida
la última luz del día, lentamente.
Hay un algo de muerte en la corriente
de este río flemático. La vida
es energía, catarata, huida,
jubiloso galope de torrente.
Bajo los arcos el descenso es manso,
con vocación de abrigo, de remanso,
o con mágico sueño de laguna.
Es un río cansado, que no quiere
llegar al mar, y cada noche muere
un poco más, bajo la blanca luna.
Los Angeles, 14 de marzo de 2012
2932 - ¿En dónde?
Es la tarde revuelo de palomas,
y hojas caídas, y palabras vanas.
Voy contigo del brazo, y tengo ganas
de evadirme, ensayando otros idiomas.
Algo lejano y vivo, con aromas
de novedad, abriendo las ventanas
al aire fresco ungiendo las mañanas
de inquietudes y dudas, no de axiomas.
Cansado de vivir en lo seguro,
aldabeo la puerta del futuro,
suplicando evasión de esta rutina.
Mas el futuro me interpela: ¿En dónde,
en qué región o realidad se esconde,
o por qué etéreos ámbitos camina?
Los Angeles, 15 de marzo de 2012
2933 - Tiempo
Me hostigan los venablos de las horas
en su incesante y uniforme giro.
Menos insignes cuanto más las miro,
aun juzgándose tan reveladoras.
Me recalcan las máximas sonoras
que a menudo escuché, mas ya no admiro,
que el tiempo es oro, que huye en un suspiro,
o bien sobre sus dotes redentoras.
Mas ni me hace pensar ni me reprime
su zancada ligera, ni me imprime
congoja o ansiedad su acontecer.
El tiempo es sólo un punto que, perdido,
por otro idéntico es sustituido,
y a quien otro tendrá que suceder.
Los Angeles, 15 de marzo de 2012
2934 - Sobre el banco
Sobre el banco del parque en que te espero
deposita el otoño somnolencia
de hojas marchitas, triste decadencia
del verdor en la fronda prisionero.
Este eterno retorno, este velero
que jamás llega a puerto, esta tendencia
a repetir los ciclos de la ausencia
y el regreso, me abate, y desespero.
Veo en abril vestirse la enramada,
desnudarse en octubre y, desolada,
abrazarse a una muerte transitoria.
Y así voy yo, del vuelo a la caída,
de la separación a la acogida,
en confusión de puerta giratoria.
Los Angeles, 16 de marzo de 2012
2935 - Hombre soy de costumbres
Hombre soy de costumbres, aunque incierto
de si es tiniebla o luz tal atributo.
Proyecto, y desbarato o ejecuto,
cuanto mi estilo exige. Estoy abierto
a cada flor nacida en cada huerto,
mas ni las piso, arranco o las disputo.
De los demás no soy juez absoluto,
nadie intente en mis cosas ser experto.
Yo voy por mi camino, y lo transito
a mi ritmo, a mi tiempo favorito,
venga quien venga y diga lo que diga.
Ni doy consejos ni a ellos me acomodo,
y aunque no tengo mucho, tengo todo,
todo lo que la vida me prodiga.
Los Angeles, 16 de marzo de 2012
2936 - Sueño de mujer (I)
Me abandono al espíritu del viento,
que en abrazo invisible me rodea;
me susurra sensual, me balancea,
gentileza a la vez que atrevimiento.
Penetra mis recodos, en intento
de disfrutar mi piel, y serpentea
sobre ella, amante audaz, que saborea
cada tacto, temblor, deslizamiento.
Sedoso o agitado, su objetivo
será provocador, mas no ofensivo.
¿No es de tal modo que el amor soñamos?
Se me ofrece y me ofrezco, y me posee.
Sea el dios que en sus alas me acarree
a ese Olimpo carnal a que aspiramos.
Los Angeles, 18 de marzo de 2012
2937 - Sueño de mujer (II)
Me sumerjo en el agua. La laguna
es, a la media tarde, transparencia
cuyo profundo cielo me sentencia
a descenso fatal, pero me acuna
la tersa superficie. Qué oportuna
tan espontánea mano en su asistencia.
Toda desnuda floto, y mi inocencia
lamida es por el agua. Si la luna.
presidiera la noche, que ya avanza,
contemplaría la enervante danza
que sobre mí ejecutan mis sentidos.
Y tal vez, en la orilla más distante,
algunos hombres, al preciso instante,
podrían escuchar mis alaridos.
Los Angeles, 18 de marzo de 2012