Breverías
2976
La belleza, la gracia, nos rodean,
mas si no nos impregnan, no las vemos.
Hay que agrietar los muros de la mente,
que por nuestra apatía las bloquean.
Sensibles a los otros, hallaremos
cuanta luz y color tiene el ambiente.
2977
Eres mi catedral, y tus vidrieras
brillan al sol en múltiples colores,
hasta que el barco de la noche arriba.
Y en toda tu belleza reverberas
a la luz interior, que en sus fulgores
toda tu auténtica belleza estriba.
2978
La multitud me agobia, me limita,
me roba la quietud del pensamiento
que sólo en el silencio se ejercita;
batahola rodando en el cemento,
que con prisa y simpleza se da cita
para apresar la pompa del momento.
Prefiero mi silencio. Me libera
de la perenne confusión de fuera.
2979
Soy de mi propia soledad amigo,
porque yo la elegí, y en ella creo.
Nunca será adversaria ni castigo,
sino hospitalidad y galanteo.
¿Qué mejor compañía que conmigo?
¿Qué roce más gentil que su aleteo?
Es la otra soledad, la que es impuesta,
que nos deja la vida descompuesta.
2980
Amor de juventud, tímida llama
de elegancia sensual, parpadeante.
y en el fondo ligera.
Vamos envejeciendo, y nos reclama
víctimas de su fuego desbordante,
y de ambos, cuerpo y alma, se apodera.
¿Se invertirán tal vez las estaciones,
tornándose el invierno en primavera
como ésta fue perdiendo sus arpones?
Sonetos
3298 - Oscuridad
Barcos somos, cruzándose en la oscura
superficie del mar, y es el saludo
de nuestra íntima luz lo que a menudo
nos vincula en tan ciega singladura.
La voz es ruido, y quien hablar procura
no imparte sus conceptos al desnudo,
mas protegidos por el gris escudo
del lenguaje, espectral caricatura.
El ascua tórrida que llevo dentro
ha de tocar la tuya en un encuentro
por ambas claridades enlazado.
La noche del sentido, opaca y densa,
seguirá en torno nuestro, mas la intensa
luz de uno al otro nos habrá irradiado.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
3299 - Osadía
Irás por el camino, y tendrás miedo
de la sombra siniestra en la ladera,
del personaje que agresivo espera,
del rumor inquietante en el robledo.
El temor es humano, es un enredo
que cada cual deshace a su manera;
el cobarde se oculta, y hacia fuera
vuelca el bravo su fuerza, su denuedo.
La fuga es en sí misma cobardía;
y hacer frente al temor con osadía
es más de la mitad de la victoria.
No retrocederemos, avanzamos
si en claridad y fortaleza vamos,
que acometiendo al miedo se hace historia.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
3300 - Orgullo
¿De qué te enorgulleces? Tu arrogancia
descubre cada error, cada laguna
de cuanto haces llamar buena fortuna,
que ni es buena ni tiene relevancia.
Al izar banderín de petulancia
pierdes categoría, si es que alguna
se te había asignado. Si la luna
presumiera de luz fuera ignorancia.
Más el débil que el fuerte cacarea
su presunto valor, y agujerea
la propia base a puntapiés de orgullo.
Canta su propia imaginada gloria
del fuego que no fue, que es sólo escoria,
siendo su trova afónico barullo.
Los Angeles, 2 de julio de 2013
3301 - Orgía
Eres tres, cuatro, cinco, ser humano
de múltiples tendencias, amasijo
de sueños y deseos en prolijo
boceto, ya de artista o de artesano.
Multiplicas tus labios; cada mano
se reproduce en diez, y hayas cobijo
entre otros tantos muslos, revoltijo
de tacto y humedad en que me afano.
Eres casi legión, que me camina
entre conquista y paz, y arremolina
con técnicas de avance y de repliegue.
Ven sobre mí en arrojo y mansedumbre;
que tu orgiástica fiesta me deslumbre
cada vez que a tus múltiplos me entregue.
Los Angeles, 3 de julio de 2013
3302 - Oquedad
Parte de mí resbala, posesiva,
sobre tus entrañables humedades,
abriéndose las blandas cavidades
de tu hospitalidad copulativa.
Tienen labios de miel, y me cautiva
su callado monólogo. Te evades,
y regresas, y en éxtasis me invades,
y me llevas, te llevo, a la deriva.
Danza de dionisíacas bacantes
y sátiros lascivos, practicantes
de exóticas, profundas conexiones.
Eres ellas, soy ellos, cuando exploro
tus vivas oquedades, cuando el coro
de tus jadeos se une a mis fricciones.
Los Angeles, 3 de julio de 2013
3303 - Opción
Remo hacia ti por aguas turbulentas,
sorbiendo la corriente mi energía.
En esta, casi absurda, travesía
no sé si me confortas o atormentas.
Mis ideas de ti, no sé si atentas
a tu verdad o a mi ágil fantasía,
me mantienen a flote. Si no mía,
¿cómo recomponer lo que aparentas?
¿Cuál es mi opción? ¿Permanecer remando
bajo un sueño de luz que estoy dudando,
a una meta que juzgo inasequible?
¿O abandonarme al curso del torrente,
abdicando los remos, y en la frente
la señal del vencido, irreversible?
Los Angeles, 3 de julio de 2013
3304 - Ofrecimiento
Tienes ya cuantos bloques necesitas
para erigir la vida que ambicionas;
aunque tal vez aspiras a coronas
de renombre, o victorias favoritas.
Ni fui, ni voy, por sendas que transitas,
yo pienso y siento y sueño, tú ambicionas;
si alguien te alza un altar, lo desmoronas,
tal vez si te susurra, tú le gritas.
A quien nada le falta en su aislamiento,
¿qué dádiva le haré, qué ofrecimiento,
que no me lo desprecie por banal?
Si me entregara a ti, ¿me aceptarías?
¿Se encenderían de color tus días
a la escucha de afable madrigal?
Los Angeles, 4 de julio de 2013
3305 - Obstinación
No en la verdad, en tu verdad te obstinas;
la verdad vive fuera, y la certeza,
residente en ti mismo, es la pereza
de razonar; no piensas, vaticinas.
Ni sabes dialogar, predeterminas
inamovible tu opinión, firmeza
que te impide aprender. ¿Por dónde empieza
a filtrarse la luz si no hay retinas?
El sabio, piensa, escucha, reflexiona,
contrasta sus ideas, y abandona
la que juzgó, sin serlo ya, verdad.
Y el necio, como tú, sólo transmite
su propia tozudez, y se repite
desde el rincón de su trivialidad.
Los Angeles, 4 de julio de 2013