Breverías
3031
Rehúso evaluar mi poesía;
buena o mala, ha brotado de mi entraña,
modelada por mí, vástago mío.
A pesar de su sombra, o su agonía,
sigue siendo el espejo que no engaña,
y nunca de su vera me desvío.
Mas no puedo decir si me refleja,
o si ella me modela y me bosqueja.
3032
Diafanidad, simplicidad y afecto.
¿Qué otra cosa requiere tu discurso?
Cualquier otro atributo es dialecto
enturbiando el mensaje; otro recurso
oscurece, no aclara; es el lenguaje
lámina de cristal, que en transparencia
filtra, no ya la esencia del mensaje,
mas también el barniz de la apariencia.
3033
La poesía es bella, mas no alcanza
la elevada importancia de la vida.
Mas ésta, qué inferior, qué desvalida,
sin el canto de aquélla, sin su danza.
3034
No eres simple escritor si eres poeta,
llamado has sido a mágicas alturas
a que pocos llegaron, ni aun en sueños.
Eres, por soledad, anacoreta,
y sacerdote, cuyas vestiduras
llevan luz y sonido por diseños.
3035
La belleza no es algo que se ve,
es algo que se mira.
Casi un acto de fe.
Y en virtud de esa fe, después se admira.
Es cierto que hay belleza en el objeto,
pero muy relativa.
Desenmascara el alma el gran secreto,
pues al llevarla en sí, la reactiva.
Sonetos
3386 - Hojarasca
El color de la vida es el verano,
mas el otoño, aciago, lo diluye,
debilita las hojas, y concluye
su ciclo de esplendor. Muerto el piano,
enmudece la música, y no hay mano
que arranque a la espesura cuanto fluye
de brisa y ave en el verano que huye,
y así el otoño es un rumor lejano.
La fronda se desnuda, y sobre el suelo
quedan las hojas secas, tenue velo
que el viento arrastra en ciego torbellino.
Efímera belleza la que un día
exhibiera el ramaje, sinfonía
hoy muda y gris, ni manto ni camino.
Los Angeles, 15 de agosto de 2013
3387 - Hospedaje
Si, fatigado en mi peregrinaje,
arribara a tu hogar una mañana,
llamando levemente a la ventana,
¿me proporcionarías hospedaje?
Polvo en los pies, maltrecho mi ropaje,
tras la precaria imagen provinciana,
¿podrías ver la auténtica, la humana,
que habita mi más íntimo paisaje?
Es la que pide albergue, la que mira
más allá de tu piel, aunque suspira
también por su carnal alojamiento.
Abre la puerta, acondiciona el baño,
comparte agua y jabón con este extraño
que llega a ti en febril ofrecimiento.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
3388 - Hueco
Soy oquedad, perímetro vacío
de ideas claras y pasiones vivas;
las que tuve, no mías, adoptivas,
desertaron mi propio labrantío.
Nada germina ya, campo baldío
que un viento aciago en razias sucesivas
sigue azotando, y mis expectativas
de pensar y sentir mueren de hastío.
Si pudiera colmar mi propia hondura
con una sola fórmula de altura
que impulsara resortes en la mente…
Si lograra entender los dialectos
con que se comunican los afectos
en forma tan sutil y convincente…
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
3389 - Huir
Se nos evade el tiempo, y en la huída
arrastra cuanto un día acumulamos,
nombres, sucesos, rostros, y nos vamos
con él, mas sin nombrarlo despedida.
Y no obstante lo es; en su partida
no hay billete de vuelta, ni reclamos;
desprendidos de todo, caminamos,
y al mirar hacia atrás, ya es otra vida.
Y otra vida también hacia delante,
de la que cada cual es ignorante,
sólo conscientes del actual momento.
¿Nos huyen los demás, o les huímos?
¿Qué nos queda, en verdad, de lo que fuimos?
Tal vez no somos más que una hoja al viento.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
3390 - Humedad
Te ha empapado la lluvia, lluvia de oro,
camuflaje del dios sobre la dama;
el mismo dios que juguetea y brama
bajo apariencia lúbrica de toro.
No vengo a ti en disfraz, mas incorporo
idénticos instintos, amalgama
de bestial y divino, que reclama
la humedad que te brota en cada poro.
Y aquella otra que surge del deseo
con impulso de fiera, y aleteo
de improvisada, cálida caricia.
Déjame resbalar por tal rocío,
pues su contacto intensifica el brío
que a base de tremores nos desquicia.
Los Angeles, 18 de agosto de 2013
3391 - Humillar
Yo sé quién soy, y sé también quién eres,
mas tú ambos términos, tal vez, ignoras;
tu propia condición sobrevaloras
por el escarnio injusto que confieres.
Es tu hora de crecer, por eso hieres,
más señor cuanto más a otro aminoras;
de idéntica arrogancia te decoras
que el imbécil que no hizo sus deberes.
Dentro de ti hay un alma hecha de astillas,
que a los demás ocultas, y así humillas
a quien la tiene de mejor hechura.
Quizá la fuerza bruta es tu ventaja,
y un enano mental es quien viaja
dentro de tu despótica estatura.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013
3392 - Humo
Tan esbelto y sutil, tan indolente,
surgiendo en línea recta de la llama,
tornándose en complejo criptograma
ante el más leve soplo en el ambiente.
Tiembla, vacila, casi se arrepiente
de cada nuevo paso, nueva trama,
mas sigue dibujando, sin programa,
en improvisación iridiscente.
Azul, o rojo, o blanco, tembloroso,
cruzándose en abrazo silencioso
con sus propios ramales bifurcados.
Sinfonía de rasgos, arabesco
de diseños fugaces en dantesco
tenue ballet, y al fin difuminados.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013
3393 - Hundimiento
Sobre tus aguas navegué, en rastreo
de tesoros ocultos, sumergidos
bajo tu superficie, y que dormidos
en el tiempo me brindan su saqueo.
Al fondo están, quizá bajo el golpeo
de tormentas de mar, tal vez hundidos
por bajeles piratas, o estallidos
de su propio arsenal. Mas no los veo.
Ábrete a mí, descúbreme el arcano
trasfondo de tu espíritu, que en vano
he intentado explorar y conocer.
No hay volubilidad en esta empresa;
mi plan es de conquista, y mi promesa
de que tú y yo volvamos a nacer.
Los Angeles, 19 de agosto de 2013