Breverías
3046
Elige un tema, arrúllalo en la cuna
donde inquietas se agitan tus ideas,
e imprégnese de su íntima armonía;
dale un toque de mar, de luz de luna,
de color, de fragancia, y lo moldeas.
Lo que vibra en tu mano es poesía.
3047
Tal vez halles belleza en mis poemas,
mas si es sólo mental el embeleso,
concluiré que en parte he fracasado.
Aspiro a que mis formas y mis temas
inicien en tu espíritu un proceso
de convergencia con mi propio estado.
Sea mi verso espejo en que te miras,
te ves, te reconoces, y suspiras.
3048
Mira en tu entorno, observa el aleteo
de la alondra, el abrazo de la brisa,
los cipreses en tenue balanceo,
la nana que la tórtola improvisa,
el arroyo en gentil vagabundeo,
la luna, el mar…, y esboza una sonrisa.
Detecta la belleza en el cortejo
de cuanto ves, y nunca te harás viejo.
3049
Tan extraño el amor, en su belleza,
en su ansiedad, en su melancolía,
en su complejidad contradictoria.
Vino que se nos sube a la cabeza,
vitalidad fundida en agonía,
vinculación y línea divisoria.
Elixir, antitóxico y veneno,
rayo de luz, estrépito de trueno.
3050
Si la belleza es luz, sombras la habitan
que por contraste amplían su relieve;
ni la mancillan ni la debilitan,
y así, el menos perfecto, se le atreve.
Si fuera toda luz, nos cegaría,
mirándola de frente.
Venga imperfecta, pero en armonía,
y en determinación, mas aquiescente.
Sonetos
3410 - Fuego
Por la amplitud del alma, geografía
de cerros, altiplanos y quebradas,
(ilusiones, ensueños y escapadas),
desata el fuego su voraz jauría.
Mezcla de festival y de agonía,
de oscuras noches, claras alboradas,
empavorece a fieras dentelladas
al amante en terror o en armonía.
Porque amor es incendio, ya el florido,
o el que sigue muriendo del olvido,
ambos, en su fervor, abrasadores.
En ambos agoniza el sentimiento,
por ansiedad el uno, por tormento
aquél que ahora naufraga en sus dolores.
Los Angeles, 4 de septiembre de 2013
3411 - Fuente
El borbollón sobre la blanca arena,
súbito umbral en vocación de río,
que al serpear en el boscaje umbrío
con delirios de mar se desmelena.
O en la plaza local, la cantilena
de enhiestos surtidores, atavío
de rumor circular en torno al trío
de Neptuno, el tritón y la sirena.
O el chorrito del mísero poblado
del que llena su cántaro el cansado
niño de grandes ojos soñadores.
Estás aquí y allí, grandilocuente,
o serena, o gentil, mas no excluyente,
pródiga de tus límpidos favores.
Los Angeles, 5 de septiembre de 2013
3412 - Fugitivo
Lo es el tiempo, y el río, y los amores,
y lo somos nosotros, prisioneros
de nuestro devenir, cuyos senderos
nos apremian a escapes ulteriores.
Apenas tiempo de observar las flores,
contemplar sobre el agua los veleros,
en la noche estrellada los luceros,
y en la fronda escuchar los ruiseñores.
La vida se nos va en apresurada
fuga fatal, etérea bocanada
de humo sutil que ya no se captura.
Y aunque nadie podría detenerla,
la tratamos como una madreperla
arrojada de pronto a la basura.
Los Angeles, 5 de septiembre de 2013
3413 - Furtivo
Ni ladrón ni de noche. Seducido,
voy, si a la luz del día, sigiloso.
Nadie sepa el sendero tortuoso
que a tal complicidad nos ha traído.
A ti vengo, a mí vienes, qué estallido
nos envuelve, que arpón voluptuoso
enristra el mutuo bloque tembloroso
de mi vigor sobre tu piel tendido.
Diafanidad al tiempo que misterio
en tan confidencial, doble adulterio,
que aun limitado a dos, rezuma orgía.
De regreso al hogar, nuestras miradas,
plenas de luz, serán interpretadas
como efecto atmosférico del día.
Los Angeles, 5 de septiembre de 2013
3414 - Galanteo
No tañeré el laúd a tu ventana,
ni entonaré anticuados madrigales,
ambos ardides crónicos rituales
de atávica costumbre cortesana.
Mas llamaré a tu puerta una mañana,
cuando el canto gentil de los zorzales
te llame a soledad, y en los cristales
te invite el sol a que alces la persiana.
Me conoces, te alegra mi llegada
y el tono de la voz enamorada
que te susurra versos aún no escritos.
Vistiendo nada más que tu sonrisa,
me enardeces, y tu alma me improvisa
trova que funde todos mis circuitos.
Los Angeles, 6 de septiembre de 2013
3415 - Galopar
Exhausto de trivial peregrinaje
por senderos anónimos, sospecho
que el simple caminar nos vendrá estrecho,
y te ofrezco otra forma de viaje.
Sé mi corcel, a piel, sin equipaje
ni silla de montar. Sobre tu lecho
la llanura es ubérrima, y el techo
brindará a las estrellas hospedaje.
En tal zona, si estrecha, ilimitada,
se gestará nuestra ágil cabalgada,
traspasando las últimas fronteras.
Alas te crecerán, pegaso vivo,
yo sobre ti, será nuestro objetivo
conquistar las más íntimas quimeras.
Los Angeles, 7 de septiembre de 2013
3416 - Gemido
Ignoro si tu agónico gemido
es de placer, dolor o desespero;
me aldabonea el alma, mensajero
que al dar recado, ve que lo ha perdido.
No inferiré; deslízame al oído
tu íntima situación; soy compañero
que al escuchar, sugiere, no agorero
predictor del futuro o lo escondido.
Tu silencio aflicciones enarbola;
sin revelar, sollozarás tú sola,
que hermanos son gemido y soledad.
No ya el dolor requiere confidencia,
también el gozo; y en la transparencia,
éste se dobla, aquél es la mitad.
Los Angeles, 8 de septiembre de 2013
3417 - Gentío
Independiente soy, frente a la masa
borreguil que se agita, mas no piensa.
Hombre soy de conceptos, cuya intensa
individualidad es luz y brasa.
Tiene dueño el gentío, que lo engrasa,
lo acopla, lo define y lo condensa,
de acuerdo a un plan. Su sola recompensa
será escoltar, seguir; si no, fracasa.
Ni sabe o puede decidir, se arrastra
al control de su líder, que lo castra
de su propio carácter personal.
Yo prefiero ser yo, con mis razones,
teniendo en mi sendero mis opciones,
y ampliando mi propio potencial.
Los Angeles, 8 de septiembre de 2013