Poemas de amor, de soledad, de esperanza de
Francisco Álvarez Hidalgo
Diccionetos (LV)

Índice

Sonetos:
Desamparo Desarraigar Desbordamiento Descanso Descenso Desconexión Desconocido Desembocar
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Breverías

3096
Hablamos de petunias, de balcones, de oscuras, emigrantes golondrinas, y fue el vino dorando las visiones que empezaban a arder en las retinas; de pronto eran cilindros y pistones en danzas de gentiles bailarinas. Y al fin, con el instinto acelerado, ¿quién hubiera podido haber frenado?

3097
Tras de mí llevo un séquito de errores apodándome padre, y los acepto, porque los engendré día tras día. Pero no me lamento; son doctores que lograron formarme en el concepto de la experiencia, y no me serviría darme a llanto o rabieta. Es mañana, no ayer, lo que me inquieta.

3098
La realidad no lo es si no se vive; será un sueño, un propósito, una idea, que tal vez nos asombre, o nos cautive, mas que no nos invade o nos moldea. Siendo la vida un río, hay que lanzarse, sin valorar el riesgo, a la corriente; pues si no, la veremos alejarse sin haber descubierto su aliciente.

3099
No pintes lo que ves, y no describas meticulosamente tu contorno; recoge los detalles que percibas, amásalos, y dóralos al horno de la imaginación. No te prohíbas transfigurar sus rasgos, que el adorno procurado por pálpito y talento es el crisol del arte, y su cimiento.

3100
Me confieso en la voz de mis poemas, que saben todo cuanto pienso y hago, mi amor, mis transgresiones, mis dilemas, la piel que me arde, el agua en que naufrago. No pido absolución, pues mis tropiezos innatos son a mi heredad humana, ni he menester de penitencia o rezos. Soy, en el campanario, otra campana.

Sonetos

3490 - Desamparo
Ambas, la sociedad y la persona, son responsables del cruel ultraje de condenar al débil a un viaje por tierra extraña, donde lo abandona. Niño y anciano, aunque en opuesta zona de su vivir, comprenden el lenguaje desolador de su orfandad salvaje, cuya brutalidad los desmorona. Empuño justiciera cimitarra para decapitar a quien desgarra vidas empobrecidas e inocentes. Y reestableceré la guillotina para el clan gobernante, que asesina por inacción; genuinos delincuentes.
Los Angeles, 13 de octubre de 2013
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3491 - Desarraigar
Llegaste a mí, galante jardinera, y mi terreno, fértil, receptivo, aceptó tu semilla y tu cultivo, dejándose labrar a tu manera. Fui fecundo. Llegó la primavera, y se pobló el jardín de un expansivo mar de aroma y color, y en él, cautivo, flotó mi amor, fraguose mi quimera. Y en el otoño, al advenir la triste desnudez de los álamos, partiste, dejándome el temblor de una sonrisa. Ha llegado el invierno, lluvia y frío. Y voy desarraigando este plantío que nació, que murió, con tanta prisa.
Los Angeles, 14 de octubre de 2013
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3492 - Desbordamiento
Este río que soy, que canta y fluye, y aboca al fin al mar, en agonía, perdiéndose en la vasta sinfonía de oleaje y rumor que lo destruye; este río, que no se disminuye por darse a todos, que en su travesía recoge de las sierras la tardía nieve fundida que a su cauce afluye; este río se crece, me rebasa, desborda sus riberas, y traspasa el último confín que me fue impuesto. Este río en mi entraña no se aquieta; su estrépito es el toque de trompeta a las andanzas a que estoy dispuesto.
Los Angeles, 14 de octubre de 2013
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3493 - Descanso
Descansar sin dormir. Tal es mi empeño. De cada instante, aunque fugaz, consciente. Sin que el marchito ayer ni lo inminente desordenen la paz de que soy dueño. Yacer, mientras absorto desempeño los quehaceres profundos de la mente, que no se desarrollan de repente, mas exigen metódico diseño. Me importunan la noche y la fatiga, cada una de las dos firme enemiga del austero proceso de pensar. Mas impongo mi ley, razón despierta, sentido, si en reposo, siempre alerta, cada uno con su forma de vibrar.
Los Angeles, 15 de octubre de 2013
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3494 - Descenso
Diáfano manantial, mi tacto implora reclamos de tu sed adormecida. Despiértala, que vuelva estremecida a saciarse de mi agua, sin demora. Quiero llegar a ti con mi sonora, clara corriente, apenas contenida bajo mi piel de sol, de acción, de vida, e inundarte de luz, como la aurora. Me beberás, con la ansiedad del beso que llega demorado, y el proceso de inundarte de mí se iniciará. En mi descenso, lento, por llanuras, o acariciando lomas y angosturas, se calmará tu sed. Y aumentará.
Los Angeles, 15 de octubre de 2013
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3495 - Desconexión
Vinculados, mas no sintonizados; la vida nos unió, fue placentero. Sólo de piel a piel, sin el arquero disparando sus dardos bronceados. Tiempo superficial, en que embriagados del vino del deseo, y sin dinero, fuimos dueños del mundo, y un bolero lograba eliminar nuestros cuidados. Éramos, por decirlo así, felices; sin miedos, ni amarguras, ni raíces, sin presiones de ayer ni de mañana. Y un día, al fin, se bifurcó el sendero. Era el final de un ciclo pasajero, como otros muchos de la vida humana.
Los Angeles, 15 de octubre de 2013
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3496 - Desconocido
Eres, en vertical, faro orientando mi trayecto hacia ti, casi llamada; tornándote, yacente, en emboscada, de indefinidos dónde, cómo y cuándo. Ignoro si algo existe, vinculando tu entorno al mío, en esta encrucijada de dos vidas anónimas, pues nada, sino una idea azul, se está engendrando. Avanzaré hacia ti, sin conocerte, mas con la expectativa de que, al verte, se fragüe una fusión inaplazable. E inundando de gloria las mañanas, habrá violines, címbalos, campanas vibrando entre los dos, hable quien hable.
Los Angeles, 16 de octubre de 2013
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3497 - Desembocar
No importa origen, molde o componentes, mas con quién intercalas biografías; bajen claras las aguas, no sombrías, si de opuestas, de análogas vertientes. Fluid, desembocad ambas corrientes en un cauce común, dos energías, dos alientos, impulsos, melodías, forjando otra de trazos convergentes. Sólo un rumor, mas dos tonalidades, un estímulo en dos modalidades, y doble, mas unida, voluntad. Fluid, siempre fluid, compenetradas. Y cuando el mar os llame, que abrazadas perduréis en su azul inmensidad.
Los Angeles, 16 de octubre de 2013
Diseño: Carmen Álvarez
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