Breverías
3151
Más que la exultación, la desventura
nos acecha a la vuelta de la esquina.
Por eso no festejo mis laureles.
El tiempo siempre cobra su factura;
mejor anticiparse a su rutina
que pagar imprevistos aranceles.
3152
¿Me ha cambiado la vida? No lo creo.
No de forma dramática, y lo leve
carece de importancia.
Soy como fui, con ese cosquilleo
que la belleza engendra, y que nos mueve
cada día a mayor extravagancia.
Por siempre niño, adolescente, adulto,
tal vez con algo menos de arrogancia,
y algo más de apatía ante el insulto.
3153
No envejezco, tan sólo evoluciono;
el calendario no me afecta, vivo
cada instante preciso en plenitud.
Pienso, escribo, razono,
sin desmesura me mantengo activo
y ajeno al aire de la multitud.
3154
Quizá no todo lo que escribo es cierto,
o justo, o elegante, o meritorio,
pero es parte de mí, y así lo digo.
La floresta es mi entorno, no el desierto;
de su diversidad soy repertorio,
absorbo su belleza y la prodigo.
3155
No ofrezco solución a tus conflictos,
escribo de los míos, o de aquello
que anhelo incorporar a mis vivencias.
Quédense para el juez los veredictos;
me rijo por lo armónico y lo bello,
bases de mi canción y mis creencias.
Sonetos
3578 - Copa
En lentitud la beberé, extrayendo
su furtivo mensaje gota a gota.
Me habla en lenguaje de águila o gaviota
prestándome alas, y a volar aprendo.
Ensayo en playas de oro, y en crescendo,
me encumbro a la altitud, ya compatriota
de excelsas nubes en quietud remota;
y continúo en languidez bebiendo.
El cuerpo se me ensancha, mas la mente
parece diluirse en un ambiente
de intangibilidad, o de nirvana.
Agotada la angélica bebida,
pliego las alas y, semidormida,
flota el alma en la nube más cercana.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2013
3579 - Copia
Ni facsímil, ni réplica; no quiero
sino el original, tu propia esencia.
El duplicado, aun fiel y en excelencia,
es hijo espurio, casi forastero.
Sin adornos, ni atuendo lisonjero,
que te conferirán falsa apariencia.
Originalidad y transparencia
los atributos son que de ti espero.
La copia es decepción; tal vez saluda,
mas ni sabe otorgar ni se desnuda;
se reconoce hueca, ornamental.
Por tu autenticidad es que a ti vengo.
Por las mismas razones que me abstengo
de lo insignificante y lo virtual.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2013
3580 - Coquetería
¿Por qué andar en zigzag o serpenteo
habiendo bulevar en línea recta?
Pues el símbolo, el gesto, la indirecta,
retardan la verdad con su rodeo.
Conlleva cierto encanto el coqueteo,
si no se extralimita, cuando inyecta
sutil teatralidad; si es mucha, infecta
la zona del coloquio. Es torpedeo.
Utiliza tu idioma, que es el mío,
para hablarme en directo; yo me guío
por la palabra en su expresión precisa.
El disimulo, el amaneramiento,
cargan mis pies con bloques de cemento,
y no logro seguir ni a tu sonrisa.
Los Angeles, 23 de noviembre de 2013
3581 - Corriente
Siempre en marcha, dinámica, festiva,
con la canción al hombro, persistente,
y sin mirar atrás; la madre fuente
sólo te hizo perenne fugitiva.
Perfecta vocación que te motiva
a abrir tu propia ruta, dependiente
no más que del paisaje, que adyacente
a ambos lados te sigue y te cautiva.
Tu destino es morir, asimilada
por el mar que te absorbe, en el que nada
ni nadie podrá ver tu última huella.
Y sin embargo, cantas, exultante,
pues aunque mueras, vives cada instante,
perdurable tu vida, y siempre bella.
Los Angeles, 24 de noviembre de 2013
3582 - Creencia
Me debato entre campos refractarios,
el creer y el saber, la fe y la ciencia.
Uno reclama ilógica aquiescencia
a principios de dogma, autoritarios.
Rechaza el otro extraños formularios
ciegos a la razón o la experiencia.
Sólo éstas nos procuran transparencia;
de la niebla saldrán los visionarios.
El escéptico duda, y también cree.
Aceptará a menudo lo que lee,
y tal vez lo que sueña o imagina.
Y el creyente quizá ni se propone
analizar el credo que le impone
quien se atribuye facultad divina.
Los Angeles, 24 de noviembre de 2013
3583 - Cristal
Diáfana y traslúcida te quiero,
como hecha de cristal, capaz de verte
a través de la piel; ésta subvierte
la íntima realidad, mientras espero.
Mientras acecho sobre qué sendero
vendrás a mí, que logre conocerte
sin el vano atavío que pervierte
la individualidad que en ti venero.
Que venero por partes, pues me llega
en esporádica, parcial entrega,
no en manifestación amplia y frontal.
Amplia y directa, sin penumbra o duda,
en cuerpo y alma cándida, desnuda,
como si fueras hecha de cristal.
Los Angeles, 24 de noviembre de 2013
3584 - Cubrir
Sobre tu horizontal caerá la mía,
ambas tangentes, ambas paralelas.
Pretiriendo recatos y cautelas,
curvas se han de tornar, en armonía.
Firmemente engarzadas, se diría
que es una sola línea; te revelas
geómetra sagaz, y desmantelas
teoremas opuestos a la orgía.
Porque al punto crucial del desenfreno
nuestras líneas están. Se anuncia el trueno,
y en sísmico temblor la tierra vibra.
Oh, líneas anudadas, sudorosas,
bajo invisibles pétalos de rosas,
bramáis desde la más íntima fibra.
Los Angeles, 24 de noviembre de 2013
3585 - Cuna
Duérmete, niño; corre en tu pequeño
mundo, blanco y azul, de fantasía,
mientras te pertenece todavía
y eres el príncipe en tu propio sueño.
Vuela con libertad, que eres el dueño
de su tierra y su cielo, y cada día
sólo dura un minuto, en travesía
a otro mundo mayor, menos risueño.
Mundo sintetizado en estridentes
sonidos, y en colores procedentes
de roja sangre y grises transacciones.
A él llegarás más tarde. De momento,
vuela, sonríe, juega, sólo atento
al labio que te besa y sus canciones.
Los Angeles, 25 de noviembre de 2013