1019 - Ya es tarde
Se duerme tu palabra en honda gruta
de silencio, poblada de abandono;
la voz que fue, desnuda está de tono,
humo elevando la última voluta.
Alamo te pensé, y eres viruta
del tronco derribado; no hay encono,
ni abjuro el sueño, ni me desmorono
por haberte seguido en falsa ruta.
Lo que soñé, soñé; no fuiste causa,
sólo eventualidad, en esa pausa
que uno se toma al borde del sendero.
Ya no eres más que el eco desvaído
de un golpe de reloj, desfallecido;
la hora pasó, ya es tarde, no te quiero.
Los Angeles, 18 de enero de 2004