1023 - Ciego a mañana
En la muerte se duermen los amores
que sollozaron cada noche en vela,
como duerme la luz de la candela
al quebrarse los últimos temblores.
Aborda sueños pacificadores
quien cabalgó por fusta y por espuela;
quién navegó, verá su propia estela
disiparse entre azules y verdores.
Quizá un recuerdo vago sobreviva
en la piel que se amó, o inexpresiva,
bajo otro tacto, quedará enterrada.
Ciego a mañana, ayer, antes y luego,
cuida de que hoy se perpetúe el fuego
en el punto que marca tu pisada.
Los Angeles, 19 de enero de 2004