1040 - A la ventana
Qué sólida muralla se intercala
entre ese mundo extraño y mi retiro;
quebradizo cristal, si bien lo miro,
o baluarte con foso y sin escala.
A la suave penumbra de la sala
todo es luz en la calle; hay un zafiro
brillando en cada piedra, y un suspiro
en cada rosa en que la luz se instala.
Inevitablemente se desea
cuanto nos huye; lo que nos rodea
se pudre en los desvanes del descuido.
Optada soledad vive del gozo,
soledad compelida, del sollozo;
no sé si hoy tengo risas o gemido.
Los Angeles, 26 de febrero de 2004