1039 - Nada
De espaldas a la luz prometedora,
hacia la sombra incierta me dirijo;
no encamino mis pies a un punto fijo
ni me planteo el día ni la hora.
Vacía está la mente creadora;
su obra de ayer, inútil amasijo
de ideas y vivencias; hoy elijo
labios que callan y razón que ignora.
Tanta luz me ha quemado la mirada;
ni veo nada ya, ni fuera hay nada,
voy a entrar en el túnel del olvido.
En su tiniebla morirán mis pasos;
no importarán ya triunfos ni fracasos,
ni si vivo, viví, o estoy dormido.
Los Angeles, 23 de febrero de 2004