1047 - Retrato de mujer (IV)
Enmarcada ya estás; voy a dejarte
colgada en la pared, tu santuario;
es absolutamente innecesario
volver atrás los ojos y mirarte.
Te das de un solo golpe, pero al darte
devienes erupción, no itinerario
mostrando cada rasgo en solitario
a la mano que intenta dibujarte.
He de engendrarte a lápiz, trazo a trazo,
como envolviendo en paulatino abrazo
tu perfil, emergiendo de la nada.
En cada línea, temblorosa o firme,
irás naciendo, habré de diluirme,
eterna creación, nunca ultimada.
Los Angeles, 4 de marzo de 2004