1048 - Sólo hay tiempo sin ti
Sólo hay tiempo sin ti; todas las horas
que arranqué del reloj, a tu costado,
fueron suspiro de aire enamorado,
luces intemporales, cegadoras.
Contigo el tiempo muere; soñadoras
se atrofian las agujas; un candado
de silencio arrincona amordazado
el tic tac de rutinas incoloras.
Sólo hay tiempo sin ti, tan gris, tan largo,
que el reloj me adormece en un letargo
de indiferencia a cuanto me rodea.
Ven y aplasta esta máquina, que quiero
sólo ese punto inmóvil, hervidero
de cuanto un alma a la otra balbucea.
Los Angeles, 6 de marzo de 2004