1060 - Ábreme
Escucho tu canción en la frontera
de la serenidad y el estallido;
hay notas de sollozo y de rugido,
dentro de ti la rosa y la pantera;
y también la vestal y la ramera,
ruta de lo legal a lo prohibido;
ábreme las compuertas del sentido,
dejando en plena libertad la fiera.
Quiero olvidar tu vertical, la mía,
y revolcar tu piel en rebeldía
sobre la hierba joven de mi ofrenda.
¿Qué importa ya sumisa o dominante?
El amor es un potro galopante,
ni fusta necesita ya, ni rienda.
Los Angeles, 23 de marzo de 2004