1096 - Como el río
Hacia mí viene el río; se estremece
la alondra en el sauzal; casi dormido
yace entre mimbres el corcel del ruido;
mi propia voz de látigo enmudece.
Llega el río, se ensancha y permanece,
paso de cauto cazador perdido,
presto a seguir de nuevo el recorrido,
sonrisa que al nacer se desvanece.
Se aleja el río, y una parte mía
se va con él; qué extraña compañía
que al mismo tiempo que llegó, me deja.
Se fue, me voy, le despedí, me quedo;
no sé si estoy inmóvil, o si ruedo,
lamento de agua, interminable queja.
Cantabria, 19 de junio de 2004