1097 - En tren
Desde el mar, en ascenso a la meseta,
valles dormidos, retorcidas hoces,
lentas colinas, álamos veloces,
aletargados bueyes y carreta.
Viajeros con rostro de careta,
vagas miradas, soñolientas voces,
saturan el entorno. Suaves roces
de ayer, son hoy pudor de anacoreta.
La sonrisa no va en el tren; nublados
aparecen los ojos; maniatados
los dedos que otra piel surcaron mudos.
En cada asiento se acurruca un fardo
que respira, y en mí hay un leopardo
que te envía rugidos por saludos.
Londres, 22 de junio de 2004