1099 - En Teotihuacán
En Teotihuacán hay escalones
progresando hacia el sol y hacia la luna,
cada pirámide, gradual tribuna
donde promulga el alma sus razones.
Se ama despacio allí, sin condiciones,
paso a paso, en ascenso. La fortuna
no está en llegar, sino en subir. Ninguna
pisada en falso admite correcciones.
Subimos. Mano en mano. Sin premura.
La calma se incrementa con la altura.
Quema el silencio al sol, pero no hablamos.
Cuanto más escalamos, más te entiendo,
más de mi propia historia me desprendo,
más nuestra propia paz desenterramos.
Los Angeles, 4 de julio de 2004