Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1098 - Al fin tus manos
No recuerdo tus manos, ya no atino a evocar ni sus rayas, ni sus venas, ni su flexión, crisálidas que apenas respiran vida en la quietud del pino. Se me han quedado oscurecidas; vino ciega nube de olvido; no hay cadenas que esclavicen la mente ni hay almenas como el recuerdo alzado en remolino. Eslabones, murallas y memoria se desplomaron, y son ya la escoria de lo que ha muerto o ya no ha de nacer. Tu rostro huyó primeramente, luego tu voz, tu espíritu, apagado el fuego, y ahora tus manos: Siento amanecer.
Los Angeles, 4 de julio de 2004
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