1140 - Indiferente
Se ausentó el corazón equivocado
de la sangrienta cavidad del pecho;
perdido el ritmo, a soledad deshecho,
en exasperación de haber soñado.
Hoy el torso es fortín acorazado,
y un motor de metal, ni satisfecho,
ni desilusionado, ni maltrecho,
finge vida en tictac cronometrado.
El cerebro calcula; si arremete,
es interés que no se compromete,
ni frío ni calor, sólo objetivo.
Máquina indiferente en la cabeza,
engranaje en el pecho, pieza a pieza,
y el alma entera un empolvado archivo.
Los Angeles, 7 de septiembre de 2004