1196 - Tiempo
Quisiera encadenarlo. Sus latidos
taconean el círculo andariego
de los sesenta espacios, y en tal juego
resultan mis propósitos vencidos.
Si a deshojar la flor de tus sentidos
se me apresta la mano, cuando llego,
tú en capitulación, y yo hombre ciego
con ojos en los dedos extendidos,
rastreo el engranaje de sus ruedas
para inmovilizalo, y que así puedas
permanecer sin prisas a mi lado.
Pero es enjaular agua en un cedazo;
tan ágil corre el tiempo del abrazo,
que casi al empezar se ha terminado.
Los Angeles, 28 de diciembre de 2004