1207 - Casi una niña
Casi una niña ayer, boca inexperta
en palabras y besos, armadura
sobre senos y muslos, insegura,
como quien llama tímida a la puerta.
Entre los brazos hoy se me despierta
la flexibilidad de tu cintura,
ofreciendo en sensual desenvoltura
la desnudez apenas descubierta.
Has comido del árbol de la Ciencia,
y se ha desvanecido tu inocencia;
dinámica y gentil, te crecen alas.
La mirada se ha vuelto tan rotunda
que aun mirando de frente me circunda,
y desde el fondo de ella me apuñalas.
Los Angeles, 12 de enero de 2005