1234 - Oferta
Guardas la clave desentrañadora
de mis ensoñaciones y quimeras,
pero ni de tus miedos te liberas,
ni tu paso a mi paso se incorpora.
Aciaga ineptitud, vana demora,
que por razones mil, de mil maneras,
antes que abrir camino, alzas barreras,
y va desintegrándose tu hora.
Sobre la mesa quedará mi oferta,
la alcoba a media luz, franca la puerta,
y por el aire el humo del incienso.
Encontrarás un alma de poeta
anclada a un cuerpo antiguo, sin careta,
un hombre tan voraz como indefenso.
Los Angeles, 12 de febrero de 2005