1235 - Vaso vacío
Aborrezco las luces del ocaso
por anunciar la noche sin tu arribo;
qué atronador silencio…Te percibo
como una sombra que me sale al paso,
sin ecos, sin crujidos; soy el vaso
siempre vacío, porque no recibo
tu propia realidad, y me describo,
sin completarme tú, como fracaso.
En la tiniebla el tacto se agudiza,
te indaga entre las sábanas, y eriza
el vello de la piel insatisfecha.
Pausado el tiempo su camino amplía,
y este cuerpo, en ferviente rebeldía,
te presiente, te grita, y no te estrecha.
Los Angeles, 17 de febrero de 2005