128 - De noche
De noche vengo a tí, y enmascarado,
porque en la oscuridad y con careta
puede mi lengua ser más indiscreta,
sin verme en timidez amordazado.
Quizá pareceré desenfrenado,
como corcel que el freno no respeta,
pero eres tú quien con espuela inquieta
a mi corcel habrás espoleado.
Y al lanzarme hacia tí en plena carrera,
ni obstáculo veré, ni habrá barrera
que me detenga el paso o me amenace.
Te asaltaré con sofocante furia,
uniendo mi lujuria a tu lujuria,
y no habrá nada en tí que me rechace.
Los Angeles, 23 de noviembre de 1998