1317 - Tatuaje
Un tatuaje, la rosa recostada
casi al pálido pie de la vertiente
del seno, semiesfera adolescente
en pleamar de madurez anclada.
Apenas ostensible a la mirada,
con esa ingenuidad medio inocente
de quien camufla y a la vez consiente,
finge el repliegue y tiende la emboscada.
Oh, la belleza oscura de la rosa,
impúdica a la vez que pudorosa,
semioculta en temblor tras el encaje.
Ay, descuidé tus ojos y sonrisa,
alondras olvidadas en la brisa,
absorto en la visión de tu tatuaje.
Los Angeles, 24 de julio de 2005