1321 - Atardecer
Me ciñe el aire azul, y se me enreda
como brazo entrañable en la cintura,
y una fragancia virgen se apresura
como al mecer abril la rosaleda.
Se gasta el día, pálida humareda
retorciéndose gris en la llanura,
lanzada en espirales a una altura
que nunca ha de alcanzar. La noche rueda
su procesión de sombras sigilosas;
en las hondas entrañas soledosas
de esta tarde fluctúo entre dos polos:
El nostálgico marco del ocaso,
y un sorbo arrebatado de tu vaso…
Te he escogido, conmigo, los dos solos.
Los Angeles, 3 de agosto de 2005