1355 - Todo tiene su tiempo
Voy acercándome al adiós. No queda
más vino al fondo de la copa, ni hilo
al final del ovillo, ni asimilo
mayos marchitos en la rosaleda.
Mi vida ha sido luz; y voz, y rueda.
Al imponer la oscuridad su estilo,
al hundirse el mensaje en el sigilo,
al detenerse el tráfico en la greda,
la sola alternativa es la partida
hacia otra esplendorosa amanecida
de frescos himnos, nuevo itinerario.
Todo tiene su tiempo, su camino,
su hora de ser armónico, genuino,
y el riesgo, al fin, de hacerse innecesario.
Los Angeles, 12 de octubre de 2005