Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1394 - Isabel de Segura
“Mi bien, perdona mi despecho fatal. Yo te adoraba. Tuya fuí, tuya soy: en pos del tuyo mi enamorado espíritu se lanza. (Hartzenbusch, “Los Amantes de Teruel”)
Ay, Isabel; el beso que se niega puede hacerse puñal irrevocable; matar por omisión es tan culpable como hacerlo al calor de la refriega. Tanta fidelidad…Si en esa entrega no va tu corazón, si el indudable objeto de tu amor no es negociable, si es tu enlace designio de estratega…. Diego cerró sus párpados, sin vida, por esa honestidad malentendida que a cada puerta impone cerradura. Y ¿a qué fin, Isabel, si al otro día tu propia vida se desvanecía al borde de su abierta sepultura?
Los Angeles, 26 de diciembre de 2005
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