142 - Grita
Responderé a tu voz si me llamara,
y nadie más lo hará, porque tu acento
enlazado está al mudo pensamiento
que sólo al alma hermana se declara.
Quizás el rostro tímido enmascara
los ímpetus y el estremecimiento
rodando irreprimibles en violento
torrente emocional que se dispara.
Deja salir desenfrenado el grito,
que el mundo duerme un sueño de granito,
sólo yo velo, yo te escucharé.
No retenga el temor tus explosiones,
no es tiempo ya de contemplar razones,
si él se ha dormido, yo te abrazaré.
Los Angeles, 6 de enero de 1999