1448 - Tanto tiempo
Después de amarte, te amo todavía,
y aunque te has ido ya, también te quedas;
se duerme el tiempo sobre mí, sus ruedas
en inmovilidad, sin energía.
En ágil rotación ayer huía,
prófugo polvo al viento en las veredas;
hoy, que sobre mi piel ya no te hospedas,
me exaspera su calma, día a día.
Quién me ofreciera esta mañana clara
mágica manivela que activara
el engranaje del reloj durmiente.
Tan breves horas trémula a mi lado,
tanto tiempo de ti desarraigado,
tan viva siempre al fondo de la mente.
Los Angeles, 5 de abril de 2006