1554 - No me supe ofrecer
“Rosa fresca, rosa fresca,
tan garrida y con amor,
cuando yo os tuve en mis brazos,
no vos supe servir, non,
y agora que os serviría,
no vos puedo yo haber, non”
(Romance del siglo XV)
Cada noche te abordo con la mano
ausente, inmaterial, del pensamiento;
mi timidez deviene atrevimiento,
mi deferencia, carnaval profano.
No me supe ofrecer cuando, cercano,
te percibía al borde de mi aliento,
y hoy que lo haría, un pertinaz lamento
en carencia de ti me aflora en vano.
¿Dónde quedó, mujer, la sutileza
de quien sugiere, ofrece o endereza
al indeciso falto de coraje?
Hoy, dispuesto a tomar la iniciativa,
es tu separación lo que me priva
de expresarme en acciones, no en lenguaje.
Los Angeles, 12 de septiembre de 2006