1585 - “Stay the course”
Esta frase, que puede traducirse como
‘mantener el rumbo a toda costa’, ha sido el
slogan de George Bush desde que
empezó la guerra de Irak.
La mano en el timón, perseverante,
sin modificación de derrotero;
se le ha roto la brújula, y ligero
sigue su bergantín desafiante.
El horizonte al frente, antes distante,
es ya un acantilado, un hervidero
de rocas espumosas, y altanero
persiste el capitán, fe de turbante.
Sordo a las voces que al viraje claman,
sigue su propio impulso, que programan
la obcecación y la mediocridad.
“Apártese la costa; nuestra ruta
lleva el nombre de Dios. ¿Quién nos disputa
el poder y la legitimidad?”
Los Angeles, 4 de noviembre de 2006