1596 - El nuevo año
Brindaré con mi sombra en el espejo
por el año que acude hoy a la mesa,
rutinario invitado, que no cesa
de volver infantil, partiendo viejo.
Hoy es sólo uno más en el cortejo
de los días, mas uno que se expresa
a través de la euforia y la promesa
de una luz que no es luz, sino reflejo.
Y una vez más se extenderán las manos
hacia frutos o pétalos lejanos
que la vista percibe en inminencia.
Pero son pompas de jabón, quebradas
al más leve contacto, y disipadas,
que no remediarán nuestra indigencia.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2006