1597 - Mirándome
No sé si me conozco; me parece
que el hombre observador en el espejo
es menos informal y más complejo
que el otro que a este lado permanece.
Tiene un aire de invierno que oscurece
su mirada y le arruga el entrecejo,
su figura de ayer sólo es bosquejo
que se va diluyendo, y envejece.
No puede ser mi imagen; aún me veo
olmo erguido en la vega, y chapoteo
en el torrente de la vida inmerso.
O quizá veo la frontal mentira
que otros ven, mas percibo al que suspira
dentro de mí, entre angélico y perverso.
Los Angeles, 4 de diciembre de 2006