1599 - Estatua de mujer
Tan inmóvil, tan bella, tan desnuda,
no sé si retraída o a la espera;
cristalizada está la primavera
sobre tu piel de mármol, fría y muda.
Y sin embargo, tu figura exuda
vivacidad más propia de quien fuera
palpitante mujer, y a tu manera
me hablas en tono que no deja duda.
¿Fue el cincel o la mano del artista
quien suavizó tus senos? ¿Qué exorcista
te extrajo el alma? ¿Quién la devolvió?
Vida efusiva tienes, pero pocos
la perciben; tan sólo algunos locos
que te miran y escuchan, como yo.
Los Angeles, 6 de diciembre de 2006