1626 - Escucha
Tengo en la boca la palabra abierta
a los ríos, las águilas y a ti;
si no te llega intacta, no es por mí,
será porque tu mente no está alerta.
La perdiera la brisa que, inexperta,
desconoce el camino de aquí a ahí;
por eso mismo yo se la ofrecí
a quien sabe su ruta y siempre acierta.
En su rumor los ríos te la traen,
y aunque en lentos meandros se distraen,
nunca la acallarán hasta el estuario.
Las águilas la llevan en su vuelo
por nuestro mismo compartido cielo.
Escucha, observa, te hablan a diario.
Los Angeles, 26 de enero de 2007