Poemas de amor, de soledad, de esperanza
de
Francisco Álvarez Hidalgo

Antología de Sonetos

1636 - Déjame estar
Voy hacia ti cubierto de un olvido no inevitable, pero necesario, con desteñida sangre de Calvario, y sombra de Tabor desvanecido. No habrá Resurrección, se ha consumido el último residuo solitario; sólo queda, doblado ya, el sudario, y en el ambiente el aire enrarecido. Tú eres el alba en que la luz estalla, velero yo que en tu arenal encalla, consumado un periplo displicente. Déjame estar, las olas ya no incitan mi impulso viajero; si me invitan, les diré que tu playa es suficiente.
Los Angeles, 12 de febrero de 2007
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