1640 - Rosa de los vientos
Me adormezco en la rosa de los vientos
repasando los puntos cardinales;
míos son cordilleras, litorales,
y los cuatro primarios elementos.
El aire que me azota, los fragmentos
del agua golpeando los cristales,
el fuego que derrite los metales,
la tierra y todos sus ofrecimientos.
Floto en la cruz de treinta y dos agujas,
conciliábulo de otras tantas brujas
brindándome sus propias direcciones.
El mundo, tal como es, me pertenece.
Aún sin poder cambiarlo, me parece
más lugar de palomas que de halcones.
Los Angeles, 14 de febrero de 2007