1639 - Un guión nada más
Nunca podré decir: “Llegó mi hora”.
Ni una hora tuve, ni una ha de esperarme;
he sido mucho menos, y al mirarme,
sólo un instante fui que el mundo ignora.
Un punto en la amplia, sobrecogedora
vastedad del espacio, y un adarme
en la piel de la historia, que al limarme
nadie verá caer, y nadie llora.
Pero nadie me vio venir tampoco,
por eso a nadie acudo, a nadie invoco;
“nací, viví, morí”, fiel epitafio.
Y dos fechas tal vez, eslabonadas
de un guión nada más; sólo tres nadas
sobre la cuarta de mi cenotafio.
Los Angeles, 14 de febrero de 2007