1655 - Mi respuesta
Me llama el mundo con el sordo grito
del mar entre las rocas, con la pura
lengua de arcángel de la noche oscura,
con el mudo clamor del infinito.
Y no sé responder. Soy monolito
clavado inmóvil, ciego, en la llanura,
o tal vez descuidada partitura,
y nadie canta lo que en mí se ha escrito.
Cada rumor que escucho, cada nota,
se me alberga en el alma, y no rebota
con mi propia riqueza embellecida.
Sólo una tenue vibración trasciende
a los demás, chispazo que no enciende
sino mínima zona en cada vida.
Los Angeles, 15 de marzo de 2007