1668 - Apenas rango de sonido
Sus palabras, audacias musitadas,
alondras eran, vuelo reprimido
al borde mismo de su propio nido
sobre la verde rama, amedrentadas.
Pugnaban por brotar, libres bandadas
de febril aleteo y colorido,
logrando apenas rango de sonido,
como si hubieran sido mutiladas.
Pero en los ojos el fulgor suplía
cuanto la lengua apenas profería,
en un silencio que me hablaba a gritos.
Y me enteré, entre tantos titubeos,
de todas sus ofertas, sus deseos,
cual si en el rostro los llevara escritos.
Los Angeles, 3 de abril de 2007